Durante algunos días, el Nautilus se mantuvo constantemente apartado de la costa americana. Era evidente que su capitán quería evitar las aguas del golfo de México y del mar de las Antillas. No era por temor a que le faltase el agua bajo la quilla, pues la profundidad media de esos mares es de mil ochocientos metros, sino porque esos parajes, sembrados de islas y constantemente surcados por vapores, no convenían al capitán Nemo.
FOR SOME DAYS the Nautilus kept veering away from the American coast. It obviously didn't want to frequent the waves of the Gulf of Mexico or the Caribbean Sea. Yet there was no shortage of water under its keel, since the average depth of these seas is 1,800 meters; but these waterways, strewn with islands and plowed by steamers, probably didn't agree with Captain Nemo.
El 16 de abril avistamos la Martinica y la Guadalupe a una distancia de unas treinta millas. Vi por un instante sus elevados picos.
On April 16 we raised Martinique and Guadalupe from a distance of about thirty miles. For one instant I could see their lofty peaks.
El canadiense, que esperaba poder realizar en el golfo sus proyectos de evasión, ya fuese poniendo pie en tierra ya en uno de los numerosos barcos que enlazan las islas, se sintió enormemente frustrado. La huida habría sido allí fácilmente practicable si Ned Land hubiera logrado apoderarse del bote sin que, se diera cuenta el capitán, pero en pleno océano había que renunciar a la idea.
The Canadian was quite disheartened, having counted on putting his plans into execution in the gulf, either by reaching shore or by pulling alongside one of the many boats plying a coastal trade from one island to another. An escape attempt would have been quite feasible, assuming Ned Land managed to seize the skiff without the captain's knowledge. But in midocean it was unthinkable.
El canadiense, Conseil y yo mantuvimos una larga conversación al respecto. Llevábamos ya seis meses como prisioneros a bordo del Nautilus. Habíamos recorrido ya diecisiete mil leguas y no había razón, como decía Ned Land, para que eso no continuara indefinidamente. Me hizo entonces una proposición inesperada, la de plantear categóricamente al capitán Nemo esta cuestión: ¿es que pensaba retenernos indefinidamente abordo?
The Canadian, Conseil, and I had a pretty long conversation on this subject. For six months we had been prisoners aboard the Nautilus. We had fared 17,000 leagues, and as Ned Land put it, there was no end in sight. So he made me a proposition I hadn't anticipated. We were to ask Captain Nemo this question straight out: did the captain mean to keep us on board his vessel permanently?
Me repugnaba la sola idea de efectuar esa gestión, que, además, yo consideraba inútil de antemano. No había nada que esperar del comandante del Nautilus, debíamos contar exclusivamente con nosotros mismos. Por otra parte, desde hacía algún tiempo, ese hombre se había tornado más sombrío, más retraído, menos sociable. Parecía evitarme. Ya no me lo encontraba sino muy raras veces. Antes, se complacía en explicarme las maravillas submarinas; ahora, me abandonaba a mis estudios y no venía al salón.
This measure was distasteful to me. To my mind it would lead nowhere. We could hope for nothing from the Nautilus's commander but could depend only on ourselves. Besides, for some time now the man had been gloomier, more withdrawn, less sociable. He seemed to be avoiding me. I encountered him only at rare intervals. He used to take pleasure in explaining the underwater wonders to me; now he left me to my research and no longer entered the lounge.
¿Qué cambio se había producido en él? ¿Por qué causa? No tenía yo nada que reprocharme. ¿Tal vez se le hacía insoportable nuestra presencia a bordo? Pero aunque así fuera, no cabía esperar de él que nos devolviera la libertad.
What changes had come over him? From what cause? I had no reason to blame myself. Was our presence on board perhaps a burden to him? Even so, I cherished no hopes that the man would set us free.
Rogué, pues, a Ned que me dejara reflexionar antes de actuar. Si la gestión no daba ningún resultado, podía reavivar sus sospechas, hacer más penosa nuestra situación y dificultar los proyectos del canadiense.
En modo alguno podía yo aducir razones de salud, pues si se exceptúa la ruda prueba sufrida bajo la banca del Polo Sur, jamás nos habíamos hallado mejor cualquiera de los tres. La sana alimentación, la atmósfera salubre, la regularidad de nuestra existencia, la uniformidad de la temperatura no daban juego a las enfermedades.
Yo podía comprender esa forma de existencia para un hombre en quien los recuerdos de la tierra no suscitaban la más mínima nostalgia, para un capitán Nemo que allí se sentía en su casa, que iba a donde quería, que por vías misteriosas para otros pero no para él, marchaba hacia su objetivo. Pero nosotros no habíamos roto con la humanidad. Y en lo que a mí concernía, no quería yo sepultar conmigo mis nuevos y curiosos estudios. Tenía yo el derecho de escribir el verdadero libro del mar, y antes o después, más bien antes, quería yo que ese libro pudiera ver la luz.
So I begged Ned to let me think about it before taking action. If this measure proved fruitless, it could arouse the captain's suspicions, make our circumstances even more arduous, and jeopardize the Canadian's plans. I might add that I could hardly use our state of health as an argument. Except for that grueling ordeal under the Ice Bank at the South Pole, we had never felt better, neither Ned, Conseil, nor I. The nutritious food, life-giving air, regular routine, and uniform temperature kept illness at bay; and for a man who didn't miss his past existence on land, for a Captain Nemo who was at home here, who went where he wished, who took paths mysterious to others if not himself in attaining his ends, I could understand such a life. But we ourselves hadn't severed all ties with humanity. For my part, I didn't want my new and unusual research to be buried with my bones. I had now earned the right to pen the definitive book on the sea, and sooner or later I wanted that book to see the light of day.
Allí mismo, en aguas de las Antillas, a diez metros de profundidad, ¡cuántas cosas interesantes pude registrar en mis notas cotidianas! Entre otros zoófitos, las galeras, conocidas con el nombre de fisalias pelágicas, unas gruesas vejigas oblongas con reflejos nacarados, tendiendo sus membranas al viento y dejando flotar sus tentáculos azules como hüos de seda, encantadoras medusas para la vista y verdaderas ortigas para el tacto, con el líquido corrosivo que destilan. Entre los articulados, vi unos anélidos de un metro de largo, armados de una trompa rosa y provistos de mil setecientos órganos locomotores, que serpenteaban bajo el agua exhalando al paso todos los colores del espectro solar. Entre los peces, rayas molubars, enormes cartilaginosos de diez pies de largo y seiscientas libras de peso, con la aleta pectoral triangular y el centro del dorso abombado, con los ojos fijados a las extremidades de la parte anterior de la cabeza, y que se aplicaban a veces como una opaca contraventana sobre nuestros cristales. Había también balistes americanos para los que la naturaleza sólo ha combinado el blanco y el negro. Y gobios plumeros, alargados y carnosos, con aletas amarillas, y mandíbula prominente. Y escómbridos de dieciséis decímetros, de dientes cortos y agudos, cubiertos de pequeñas escamas, pertenecientes a la familia de las albacoras. Por bandadas aparecían de vez en cuando salmonetes surcados por rayas doradas de la cabeza a la cola, agitando sus resplandecientes aletas, verdaderas obras maestras de joyeria, peces en otro tiempo consagrados a Diana, particularmente buscados por los ricos romanos y de los que el proverbio decía que «no los come quien los coge». También unos pomacantos dorados, ornados de unas fajas de color esmeralda, vestidos de seda y de terciopelo, pasaron ante nuestros ojos como grandes señores del Veronese. Esparos con espolón se eclipsaban bajo su rápida aleta torácica. Los clupeinos, de quince pulgadas, se envolvían en sus resplandores fosforescentes. Los múgiles batían el mar con sus gruesas colas carnosas. Rojos corégonos parecían segar las olas con su afilada aleta pectoral y peces luna plateados dignos de su nombre se levantaban sobre el agua como otras tantas lunas con reflejos blancos.
There once more, through the panels opening into these Caribbean waters ten meters below the surface of the waves, I found so many fascinating exhibits to describe in my daily notes! Among other zoophytes there were Portuguese men-of-war known by the name Physalia pelagica, like big, oblong bladders with a pearly sheen, spreading their membranes to the wind, letting their blue tentacles drift like silken threads; to the eye delightful jellyfish, to the touch actual nettles that ooze a corrosive liquid. Among the articulates there were annelid worms one and a half meters long, furnished with a pink proboscis, equipped with 1,700 organs of locomotion, snaking through the waters, and as they went, throwing off every gleam in the solar spectrum. From the fish branch there were manta rays, enormous cartilaginous fish ten feet long and weighing 600 pounds, their pectoral fin triangular, their midback slightly arched, their eyes attached to the edges of the face at the front of the head; they floated like wreckage from a ship, sometimes fastening onto our windows like opaque shutters. There were American triggerfish for which nature has ground only black and white pigments, feather-shaped gobies that were long and plump with yellow fins and jutting jaws, sixteen-decimeter mackerel with short, sharp teeth, covered with small scales, and related to the albacore species. Next came swarms of red mullet corseted in gold stripes from head to tail, their shining fins all aquiver, genuine masterpieces of jewelry, formerly sacred to the goddess Diana, much in demand by rich Romans, and about which the old saying goes: "He who catches them doesn't eat them!" Finally, adorned with emerald ribbons and dressed in velvet and silk, golden angelfish passed before our eyes like courtiers in the paintings of Veronese; spurred gilthead stole by with their swift thoracic fins; thread herring fifteen inches long were wrapped in their phosphorescent glimmers; gray mullet thrashed the sea with their big fleshy tails; red salmon seemed to mow the waves with their slicing pectorals; and silver moonfish, worthy of their name, rose on the horizon of the waters like the whitish reflections of many moons.
¡Cuántos nuevos y maravillosos especímenes habría podido observar aún si el Nautilus no se hubiese adentrado más y más en las capas profundas! Sus planos inclinados le llevaron hasta fondos de dos mil y tres mil quinientos metros. Allí la vida animal estaba ya sólo representada por las encrinas, estrellas de mar, magníficos pentacrinos con cabeza de medusa, cuyos tallos rectos soportaban un pequeño cáliz; trocos, neritias sanguinolentas, fisurelas y grandes moluscos litorales.
How many other marvelous new specimens I still could have observed if, little by little, the Nautilus hadn't settled to the lower strata! Its slanting fins drew it to depths of 2,000 and 3,500 meters. There animal life was represented by nothing more than sea lilies, starfish, delightful crinoids with bell-shaped heads like little chalices on straight stems, top-shell snails, blood-red tooth shells, and fissurella snails, a large species of coastal mollusk.
El 20 de abril nos mantuvimos a una profundidad media de mil quinientos metros. Las tierras más próximas eran las del archipiélago de las Lucayas, islas diseminadas como un montón de adoquines en la superficie del mar. Se elevaban allí altos acantilados submarinos, murallas rectas formadas por bloques desgastados dispuestos en largas hiladas, entre los que se abrían profundos agujeros negros que nuestros rayos eléctricos no conseguían iluminar hasta el fondo.
By April 20 we had risen to an average level of 1,500 meters. The nearest land was the island group of the Bahamas, scattered like a batch of cobblestones over the surface of the water. There high underwater cliffs reared up, straight walls made of craggy chunks arranged like big stone foundations, among which there gaped black caves so deep our electric rays couldn't light them to the far ends.
Esas rocas estaban tapizadas de grandes hierbas, de laminarias gigantescas, de fucos enormes. Era una verdadera espaldera de hidrófitos digna de un mundo de titanes.
These rocks were hung with huge weeds, immense sea tangle, gigantic fucus-- a genuine trellis of water plants fit for a world of giants.
Estas plantas colosales nos llevaron naturalmente a Conseil, a Ned y a mí a hablar de los animales gigantescos del mar, pues aquéllas están evidentemente destinadas a alimentar a éstos. Sin embargo, a través de los cristales del Nautilus, entonces casi inmóvil, no vi sobre los largos filamentos de esas plantas otras variedades que los principales articulados de la división de los braquiuros, lambros de largas patas, canizreios violáceos v clíos vrovios del mar de las Antillas.
In discussing these colossal plants, Conseil, Ned, and I were naturally led into mentioning the sea's gigantic animals. The former were obviously meant to feed the latter. However, through the windows of our almost motionless Nautilus, I could see nothing among these long filaments other than the chief articulates of the division Brachyura: long-legged spider crabs, violet crabs, and sponge crabs unique to the waters of the Caribbean.
Era alrededor de las once cuando Ned Land atrajo mi atención sobre un formidable hormigueo que se producía a través de las grandes algas.
It was about eleven o'clock when Ned Land drew my attention to a fearsome commotion out in this huge seaweed.
-Son verdaderas cavernas de pulpos -dije -y no me extrañaría ver a algunos de esos monstruos.
"Well," I said, "these are real devilfish caverns, and I wouldn't be surprised to see some of those monsters hereabouts."
-¿Qué? ¿Calamares? ¿Simples calamares, de la clase de los cefalópodos? -dijo Conseil.
"What!" Conseil put in. "Squid, ordinary squid from the class Cephalopoda?"
-No, pulpos de grandes dimensiones. Pero el amigo Land ha debido equivocarse, pues yo no veo nada -añadí.
"No," I said, "devilfish of large dimensions. But friend Land is no doubt mistaken, because I don't see a thing."
-Lo siento -dijo Conseil-, pues me gustaría mucho ver cara a cara a uno de esos pulpos de los que tanto he oído hablar y que pueden llevarse a los barcos hasta el fondo del abismo. A esas bestias les llaman kra…
"That's regrettable," Conseil answered. "I'd like to come face to face with one of those devilfish I've heard so much about, which can drag ships down into the depths. Those beasts go by the name of krake--"
-Cra-… cuentos chinos querrá decir -le interrumpió el canadiense, irónicamente.
"Fake is more like it," the Canadian replied sarcastically.
-Krakens -prosiguió Conseil, acabando su frase sin preocuparse de la broma de su compañero.
"Krakens!" Conseil shot back, finishing his word without wincing at his companion's witticism.
-Jamás se me hará creer que existen tales animales.
"Nobody will ever make me believe," Ned Land said, "that such animals exist."
-¿Por qué no? -respondió Conseil-. Nosotros llegamos a creer en el narval del señor.
"Why not?" Conseil replied. "We sincerely believed in master's narwhale."
-Y nos equivocamos, Conseil.
"We were wrong, Conseil."
-Sin duda, pero los demás siguen creyendo en él.
"No doubt, but there are others with no doubts who believe to this day!"
-Es probable, Conseil, pero lo que es yo no admitiré la existencia de esos monstruos hasta que los haya disecado con mis propias manos.
"Probably, Conseil. But as for me, I'm bound and determined not to accept the existence of any such monster till I've dissected it with my own two hands."
-Así que el señor ¿tampoco cree en los pulpos gigantescos?
"Yet," Conseil asked me, "doesn't master believe in gigantic devilfish?"
-¿Y quién diablos ha creído en ellos? -dijo el canadiense.
"Yikes! Who in Hades ever believed in them?" the Canadian exclaimed.
-Mucha gente, Ned.
"Many people, Ned my friend," I said.
-No serán pescadores. Los sabios, tal vez.
"No fishermen. Scientists maybe!"
-Perdón, Ned. Pescadores y sabios.
"Pardon me, Ned. Fishermen and scientists!"
-Pues yo -dijo Conseil en un tono de absoluta seriedadme acuerdo perfectamente de haber visto una gran embarcación arrastrada al fondo del mar por los brazos de un cefalópodo.
"Why, I to whom you speak," Conseil said with the world's straightest face, "I recall perfectly seeing a large boat dragged under the waves by the arms of a cephalopod."
-¿Usted vio eso?
"You saw that?" the Canadian asked.
-Sí, Ned.
"Yes, Ned."
-¿Con sus propios ojos?
"With your own two eyes?"
-Con mis propios ojos.
"With my own two eyes."
-¿Y dónde, por favor?
"Where, may I ask?"
-En Saint Malo -afirmó imperturbablemente Conseil.
"In Saint-Malo," Conseil returned unflappably.
-¡Ah! ¿En el puerto? -preguntó Ned Land irónicamente.
"In the harbor?" Ned Land said sarcastically.
-No, en una iglesia.
"No, in a church," Conseil replied.
-¡En una iglesia!
"In a church!" the Canadian exclaimed.
-Sí, amigo Ned. Era un cuadro que representaba al pulpo en cuestión.
"Yes, Ned my friend. It had a picture that portrayed the devilfish in question."
-¡Ah! ¡Vaya! -exclamó Ned Land, rompiendo a reír-. El señor Conseil me estaba tomando el pelo.
"Oh good!" Ned Land exclaimed with a burst of laughter. "Mr. Conseil put one over on me!"
-De hecho, tiene razón -intervine yo-. He oído hablar de ese cuadro, pero el tema que representa está sacado de una leyenda, y ya sabéis lo que hay que pensar de las leyendas en materia de Historia Natural. Además, cuando se trata de monstruos, la imaginación no conoce límites.
"Actually he's right," I said. "I've heard about that picture. But the subject it portrays is taken from a legend, and you know how to rate legends in matters of natural history! Besides, when it's an issue of monsters, the human imagination always tends to run wild.
No solamente se ha pretendido que esos pulpos podían llevarse a los barcos, sino que incluso un tal Olaus Magnus habló de un cefalópodo, de una milla de largo, que se parecía más a una isla que a un animal. Se cuenta también que el obispo de Nidros elevó un día un altar sobre una inmensa roca. Terminada su misa, la roca se puso en marcha y regresó al mar. La roca era un pulpo.
People not only claimed these devilfish could drag ships under, but a certain Olaus Magnus tells of a cephalopod a mile long that looked more like an island than an animal. There's also the story of how the Bishop of Trondheim set up an altar one day on an immense rock. After he finished saying mass, this rock started moving and went back into the sea. The rock was a devilfish."
-¿Y eso es todo? -preguntó el canadiense.
"And that's everything we know?" the Canadian asked.
-No. Otro obispo, Pontoppidan de Berghem, habla igualmente de un pulpo sobre el que podía maniobrar un regimiento de caballería.
"No," I replied, "another bishop, Pontoppidan of Bergen, also tells of a devilfish so large a whole cavalry regiment could maneuver on it."
-Pues sí que estaban bien de la cabeza los obispos de antes -dijo Ned Land.
"They sure did go on, those oldtime bishops!" Ned Land said.
-En fin, los naturalistas de la antigüedad citan monstruos cuya boca parecía un golfo y que eran demasiado grandes para poder pasar por el estrecho de Gibraltar.
"Finally, the naturalists of antiquity mention some monsters with mouths as big as a gulf, which were too huge to get through the Strait of Gibraltar."
-¡Vaya, hombre! -dijo el canadiense.
"Good work, men!" the Canadian put in.
-¿Y qué puede haber de cierto en todos esos relatos? -preguntó Conseil.
"But in all these stories, is there any truth?" Conseil asked.
-Nada, nada en todo cuanto pasa de los límites de la verosimilitud para desbordarse en la fábula o la leyenda. No obstante, la imaginación de los que cuentan estas historias requiere si no una causa, al menos un pretexto. No puede negarse que existen pulpos y calamares de gran tamaño, aunque inferior sin embargo al de los cetáceos. Aristóteles comprobó las dimensiones de un calamar que medía tres metros diez. Nuestros pescadores ven con frecuencia piezas de una longitud superior a un metro ochenta. Los museos de Trieste y de Montpellier conservan esqueletos de pulpos que miden dos metros. Además, según el cálculo de los naturalistas, uno de estos animales, de seis pies de largo, debería tener tentáculos de veintisiete metros, lo que basta y sobra pará hacer de ellos unos monstruos formidables.
"None at all, my friends, at least in those that go beyond the bounds of credibility and fly off into fable or legend. Yet for the imaginings of these storytellers there had to be, if not a cause, at least an excuse. It can't be denied that some species of squid and other devilfish are quite large, though still smaller than cetaceans. Aristotle put the dimensions of one squid at five cubits, or 3.1 meters. Our fishermen frequently see specimens over 1.8 meters long. The museums in Trieste and Montpellier have preserved some devilfish carcasses measuring two meters. Besides, according to the calculations of naturalists, one of these animals only six feet long would have tentacles as long as twenty-seven. Which is enough to make a fearsome monster."
-¿Se pescan de esta clase en nuestros días? -preguntó Conseil.
"Does anybody fish for 'em nowadays?" the Canadian asked.
-Si no se pescan, los marinos los ven, al menos. Uno de mis amigos, el capitán Paul Bos, del Havre, me ha afirmado a menudo que él había encontrado uno de esos monstruos de tamaño colosal en los mares de la India. Pero el hecho más asombroso, que no permite ya negar la existencia de estos animales gigantescos, se produjo hace unos años, en 1861.
"If they don't fish for them, sailors at least sight them. A friend of mine, Captain Paul Bos of Le Havre, has often sworn to me that he encountered one of these monsters of colossal size in the seas of the East Indies. But the most astonishing event, which proves that these gigantic animals undeniably exist, took place a few years ago in 1861."
-¿Qué hecho es ése? -preguntó Ned Land.
"What event was that?" Ned Land asked.
-A ello voy. En 1861, al nordeste de Tenerife, poco más o menos a la latitud en la que ahora nos hallamos, la tripulación del Alecton vio un monstruoso calamar. El comandante Bouguer se acercó al animal y lo atacó a golpes de arpón y a tiros de fusil, sin gran eficacia, pues balas y arpones atravesaban sus carnes blandas como si fuera una gelatina sin consistencia. Tras varias infructuosas tentativas, la tripulación logró pasar un nudo corredizo alrededor del cuerpo del molusco. El nudo resbaló hasta las aletas caudales y se paró allí. Se trató entonces de izar al monstruo a bordo, pero su peso era tan considerable que se separó de la cola bajo la tracción de la cuerda y, privado de este ornamento, desapareció bajo el agua.
"Just this. In 1861, to the northeast of Tenerife and fairly near the latitude where we are right now, the crew of the gunboat Alecto spotted a monstrous squid swimming in their waters. Commander Bouguer approached the animal and attacked it with blows from harpoons and blasts from rifles, but without much success because bullets and harpoons crossed its soft flesh as if it were semiliquid jelly. After several fruitless attempts, the crew managed to slip a noose around the mollusk's body. This noose slid as far as the caudal fins and came to a halt. Then they tried to haul the monster on board, but its weight was so considerable that when they tugged on the rope, the animal parted company with its tail; and deprived of this adornment, it disappeared beneath the waters."
-Bien, ése sí es un hecho -manifestó Ned Land.
"Finally, an actual event," Ned Land said.
-Un hecho indiscutible, mi buen Ned. Se ha propuesto llamar a ese pulpo «calamar de Bouguer».
"An indisputable event, my gallant Ned. Accordingly, people have proposed naming this devilfish Bouguer's Squid."
-¿Y cuál era su longitud? -preguntó el canadiense.
"And how long was it?" the Canadian asked.
-¿No medía unos seis metros? -dijo Conseil, que, apostado ante el cristal, examinaba de nuevo las anfractuosidades del acantilado submarino.
"Didn't it measure about six meters?" said Conseil, who was stationed at the window and examining anew the crevices in the cliff.
-Precisamente -respondí.
"Precisely," I replied.
-¿No tenía la cabeza -prosiguió Conseil coronada de ocho tentáculos que se agitaban en el agua como una nidada de serpientes?
"Wasn't its head," Conseil went on, "crowned by eight tentacles that quivered in the water like a nest of snakes?"
-Precisamente.
"Precisely."
-¿Los ojos eran enormes?
"Weren't its eyes prominently placed and considerably enlarged?"
-Sí, Conseil.
"Yes, Conseil."
-¿Y no era su boca un verdadero pico de loro, pero un pico formidable?
"And wasn't its mouth a real parrot's beak but of fearsome size?"
-En efecto, Conseil.
"Correct, Conseil."
-Pues bien, créame el señor, si no es el calamar de Bouguer éste es, al menos, uno de sus hermanos.
"Well, with all due respect to master," Conseil replied serenely, "if this isn't Bouguer's Squid, it's at least one of his close relatives!"
Miré a Conseil, mientras Ned Land se precipitaba hacia el cristal.
I stared at Conseil. Ned Land rushed to the window.
-¡Qué espantoso animal! -exclamó.
"What an awful animal!" he exclaimed.
Miré a mi vez, y no pude reprimir un gesto de repulsión. Ante mis ojos se agitaba un monstruo horrible, digno de figurar en las leyendas teratológicas.
I stared in my turn and couldn't keep back a movement of revulsion. Before my eyes there quivered a horrible monster worthy of a place among the most farfetched teratological legends.
Era un calamar de colosales dimensiones, de ocho metros de largo, que marchaba hacia atrás con gran rapidez, en dirección del Nautilus. Tenía unos enormes ojos fijos de tonos glaucos. Sus ocho brazos, o por mejor decir sus ocho pies, implantados en la cabeza, lo que les ha valido a estos animales el nombre de cefalópodos, tenían una longitud doble que la del cuerpo y se retorcían como la cabellera de las Furias. Se veían claramente las doscientas cincuenta ventosas dispuestas sobre la faz interna de los tentáculos bajo forma de cápsulas semiesféricas. De vez en cuando el animal aplicaba sus ventosas al cristal del salón haciendo en él el vacío. La boca del monstruo -un pico córneo como el de un loro -se abría y cerraba verticalmente. Su lengua, también de sustancia córnea armada de varias hileras de agudos dientes, salía agitada de esa verdadera cizalla. ¡Qué fantasía de la naturaleza un pico de pájaro en un molusco! Su cuerpo, fusiforme e hinchado en su parte media, formaba una masa carnosa que debía pesar de veinte a veinticinco mil kilos. Su color inconstante, cambiante con una extrema rapidez según la irritación del animal, pasaba sucesivamente del gris lívido al marrón rojizo.
It was a squid of colossal dimensions, fully eight meters long. It was traveling backward with tremendous speed in the same direction as the Nautilus. It gazed with enormous, staring eyes that were tinted sea green. Its eight arms (or more accurately, feet) were rooted in its head, which has earned these animals the name cephalopod; its arms stretched a distance twice the length of its body and were writhing like the serpentine hair of the Furies. You could plainly see its 250 suckers, arranged over the inner sides of its tentacles and shaped like semispheric capsules. Sometimes these suckers fastened onto the lounge window by creating vacuums against it. The monster's mouth--a beak made of horn and shaped like that of a parrot--opened and closed vertically. Its tongue, also of horn substance and armed with several rows of sharp teeth, would flicker out from between these genuine shears. What a freak of nature! A bird's beak on a mollusk! Its body was spindle-shaped and swollen in the middle, a fleshy mass that must have weighed 20,000 to 25,000 kilograms. Its unstable color would change with tremendous speed as the animal grew irritated, passing successively from bluish gray to reddish brown.
¿Qué era lo que irritaba al molusco? Sin duda alguna, la sola presencia del Nautilus, más formidable que él, sobre el que no podían hacer presa sus brazos succionantes ni sus mandíbulas. Y, sin embargo, ¡qué monstruos estos pulpos, qué vitalidad les ha dado el Creador, qué vigor el de sus movimientos gracias a los tres corazones que poseen!
What was irritating this mollusk? No doubt the presence of the Nautilus, even more fearsome than itself, and which it couldn't grip with its mandibles or the suckers on its arms. And yet what monsters these devilfish are, what vitality our Creator has given them, what vigor in their movements, thanks to their owning a triple heart!
El azar nos había puesto en presencia de ese calamar y no quise perder la ocasión de estudiar detenidamente ese espécimen de los cefalópodos. Conseguí dominar el horror que me inspiraba su aspecto y comencé a dibujarlo.
Sheer chance had placed us in the presence of this squid, and I didn't want to lose this opportunity to meticulously study such a cephalopod specimen. I overcame the horror that its appearance inspired in me, picked up a pencil, and began to sketch it.
-Quizá sea el mismo que el del Alecton dijo Conseil.
"Perhaps this is the same as the Alecto's," Conseil said.
-No -respondió el canadiense-, porque éste está entero y aquél perdió la cola.
"Can't be," the Canadian replied, "because this one's complete while the other one lost its tail!"
-No es una prueba -dije-, porque los brazos y la cola de estos animales se reforman y vuelven a crecer, y desde hace siete años la cola del calamar de Bouguer ha tenido tiempo para reconstituirse.
"That doesn't necessarily follow," I said. "The arms and tails of these animals grow back through regeneration, and in seven years the tail on Bouguer's Squid has surely had time to sprout again."
-Bueno -dijo Ned-, pues si no es éste tal vez lo sea uno de ésos.
"Anyhow," Ned shot back, "if it isn't this fellow, maybe it's one of those!"
En efecto, otros pulpos aparecían a estribor. Conté siete. Hacían cortejo al Nautilus. Oíamos los ruidos que hacían sus picos sobre el casco. Estábamos servidos.
Indeed, other devilfish had appeared at the starboard window. I counted seven of them. They provided the Nautilus with an escort, and I could hear their beaks gnashing on the sheet-iron hull. We couldn't have asked for a more devoted following.
Continué mi trabajo. Los monstruos se mantenían a nuestro lado con tal obstinación que parecían inmóviles, hasta el punto de que hubiera podido calcarlos sobre el cristal. Nuestra marcha era, además, muy moderada.
I continued sketching. These monsters kept pace in our waters with such precision, they seemed to be standing still, and I could have traced their outlines in miniature on the window. But we were moving at a moderate speed.
De repente, el Nautilus se detuvo, al tiempo que un choque estremecía toda su armazón.
All at once the Nautilus stopped. A jolt made it tremble through its entire framework.
-¿Hemos tocado? -pregunté.
"Did we strike bottom?" I asked.
-Si, así es -respondió el canadiense-, ya nos hemos zafado porque flotamos.
"In any event we're already clear," the Canadian replied, "because we're afloat."
El Nautilus flotaba, pero no marchaba. Las paletas de su hélice no batían el agua. Un minuto después, el capitán Nemo y su segundo entraban en el salón.
The Nautilus was certainly afloat, but it was no longer in motion. The blades of its propeller weren't churning the waves. A minute passed. Followed by his chief officer, Captain Nemo entered the lounge.
Hacía bastante tiempo que no le había visto. Sin hablarnos, sin vernos tal vez, se dirigió al cristal, miró a los pulpos y dijo unas palabras a su segundo.
I hadn't seen him for a good while. He looked gloomy to me. Without speaking to us, without even seeing us perhaps, he went to the panel, stared at the devilfish, and said a few words to his chief officer.
Éste salió inmediatamente. Poco después, se taparon los cristales y el techo se iluminó.
The latter went out. Soon the panels closed. The ceiling lit up.
Me dirigí al capitán, y le dije, con el tono desenfadado que usaría un aficionado ante el cristal de un acuario.
I went over to the captain.
-Una curiosa colección de pulpos.
"An unusual assortment of devilfish," I told him, as carefree as a collector in front of an aquarium.
-En efecto, señor naturalista -me respondió-, y vamos a combatirlos cuerpo a cuerpo.
"Correct, Mr. Naturalist," he answered me, "and we're going to fight them at close quarters."
Creí no haber oído bien y miré al capitán.
I gaped at the captain. I thought my hearing had gone bad.
-¿Cuerpo a cuerpo?
"At close quarters?" I repeated.
-Sí, señor. La hélice está parada. Creo que las mandíbulas córneas de uno de estos calamares han debido bloquear las aspas, y esto es lo que nos impide la marcha.
"Yes, sir. Our propeller is jammed. I think the horn-covered mandibles of one of these squid are entangled in the blades. That's why we aren't moving."
-¿Y qué va usted a hacer?
"And what are you going to do?"
-Subir a la superficie y acabar con ellos.
"Rise to the surface and slaughter the vermin."
-Empresa difícil.
"A difficult undertaking."
-Sí. Las balas eléctricas son impotentes contra sus carnes blandas, en las que no hallan suficiente resistencia para estallar. Pero los atacaremos a hachazos.
"Correct. Our electric bullets are ineffective against such soft flesh, where they don't meet enough resistance to go off. But we'll attack the beasts with axes."
-Y a arponazos, señor -dijo el canadiense-, si no rehúsa usted mi ayuda.
"And harpoons, sir," the Canadian said, "if you don't turn down my help."
-La acepto, señor Land.
"I accept it, Mr. Land."
-Les acompañaremos -dije, y siguiendo al capitán Nemo nos dirigimos a la escalera central.
"We'll go with you," I said. And we followed Captain Nemo, heading to the central companionway.
Allí se hallaba ya una decena de hombres armados con hachas de abordaje y dispuestos al ataque. Conseil y yo tomamos dos hachas y Ned Land un arpón.
There some ten men were standing by for the assault, armed with boarding axes. Conseil and I picked up two more axes. Ned Land seized a harpoon.
El Nautilus estaba ya en la superficie. Uno de los marinos, situado en uno de los últimos escalones, desatornillaba los pernos de la escotilla. Pero apenas había acabado la operación cuando la escotilla se elevó con gran violencia, evidentemente «succionada» por las ventosas de los tentáculos de un pulpo.
By then the Nautilus had returned to the surface of the waves. Stationed on the top steps, one of the seamen undid the bolts of the hatch. But he had scarcely unscrewed the nuts when the hatch flew up with tremendous violence, obviously pulled open by the suckers on a devilfish's arm.
Inmediatamente, uno de estos largos tentáculos se introdujo como una serpiente por la abertura mientras otros veinte se agitaban por encima. De un hachazo, el capitán Nemo cortó el formidable tentáculo, que cayó por los peldaños retorciéndose.
Instantly one of those long arms glided like a snake into the opening, and twenty others were quivering above. With a sweep of the ax, Captain Nemo chopped off this fearsome tentacle, which slid writhing down the steps.
En el momento en que nos oprimíamos unos contra otros para subir a la plataforma, otros dos tentáculos cayeron sobre el marino colocado ante el capitán Nemo y se lo llevaron con una violencia irresistible.
Just as we were crowding each other to reach the platform, two more arms lashed the air, swooped on the seaman stationed in front of Captain Nemo, and carried the fellow away with irresistible violence.
El capitán Nemo lanzó un grito y se lanzó hacia afuera, seguido de todos nosotros.
Captain Nemo gave a shout and leaped outside. We rushed after him.
¡Qué escena! El desgraciado, asido por el tentáculo y pegado a sus ventosas, se balanceaba al capricho de aquella enorme trompa, jadeaba sofocado, y gritaba «¡Socorro! ¡Socorro!». Esos gritos, pronunciados enfrancés, me causaron un profundo estupor. Tenía yo, pues, un compatriota a bordo, varios tal vez. Durante toda mi vida resonará en mí esa llamada desgarradora.
What a scene! Seized by the tentacle and glued to its suckers, the unfortunate man was swinging in the air at the mercy of this enormous appendage. He gasped, he choked, he yelled: "Help! Help!" These words, pronounced in French, left me deeply stunned! So I had a fellow countryman on board, perhaps several! I'll hear his harrowing plea the rest of my life!
El desgraciado estaba perdido. ¿Quién podría arrancarle a ese poderoso abrazo? El capitán Nemo se precipitó, sin embargo, contra el pulpo, al que de un hachazo le cortó otro brazo. Su segundo luchaba con rabia contra otros monstruos que se encaramaban por los flancos del Nautilus. La tripulación se batía a hachazos. El canadiense, Conseil y yo hundíamos nuestras armas en las masas carnosas. Un fuerte olor de almizcle apestaba la atmósfera.
The poor fellow was done for. Who could tear him from such a powerful grip? Even so, Captain Nemo rushed at the devilfish and with a sweep of the ax hewed one more of its arms. His chief officer struggled furiously with other monsters crawling up the Nautilus's sides. The crew battled with flailing axes. The Canadian, Conseil, and I sank our weapons into these fleshy masses. An intense, musky odor filled the air. It was horrible.
Por un momento creí que el desgraciado que había sido enlazado por el pulpo podría ser arrancado a la poderosa succión de éste. Siete de sus ocho brazos habían sido ya cortados. Sólo le quedaba uno, el que blandiendo a la víctima como una pluma, se retorcía en el aire. Pero en el momento en que el capitán Nemo y su segundo se precipitaban hacia él, el animal lanzó una columna de un líquido negruzco, secretado por una bolsa alojada en su abdomen, y nos cegó. Cuando se disipó la nube de tinta, el calamar había desaparecido y con él mi infortunado compatriota.
For an instant I thought the poor man entwined by the devilfish might be torn loose from its powerful suction. Seven arms out of eight had been chopped off. Brandishing its victim like a feather, one lone tentacle was writhing in the air. But just as Captain Nemo and his chief officer rushed at it, the animal shot off a spout of blackish liquid, secreted by a pouch located in its abdomen. It blinded us. When this cloud had dispersed, the squid was gone, and so was my poor fellow countryman!
Una rabia incontenible nos azuzó entonces contra los monstruos, diez o doce de los cuales habían invadido la plataforma y los flancos del Nautilus. Rodábamos entremezclados en medio de aquellos haces de serpientes que azotaban la plataforma entre oleadas de sangre y de tinta negra. Se hubiera dicho que aquellos viscosos tentáculos renacían como las cabezas de la hidra. El arpón de Ned Land se hundía a cada golpe en los ojos glaucos de los calamares y los reventaba. Pero mi audaz compañero fue súbitamente derribado por los tentáculos de un monstruo al que no había podido evitar.
What rage then drove us against these monsters! We lost all self-control. Ten or twelve devilfish had overrun the Nautilus's platform and sides. We piled helter-skelter into the thick of these sawed-off snakes, which darted over the platform amid waves of blood and sepia ink. It seemed as if these viscous tentacles grew back like the many heads of Hydra. At every thrust Ned Land's harpoon would plunge into a squid's sea-green eye and burst it. But my daring companion was suddenly toppled by the tentacles of a monster he could not avoid.
No sé cómo no se me rompió el corazón de emoción y de horror. El formidable pico del calamar se abrió sobre Ned Land, dispuesto a cortarlo en dos. Yo me precipité en su ayuda, pero se me anticipó el capitán Nemo. El hacha de éste desapareció entre las dos enormes mandíbulas. Milagrosamente salvado, el canadiense se levantó y hundió completamente su arpón hasta el triple corazón del pulpo.
Oh, my heart nearly exploded with excitement and horror! The squid's fearsome beak was wide open over Ned Land. The poor man was about to be cut in half. I ran to his rescue. But Captain Nemo got there first. His ax disappeared between the two enormous mandibles, and the Canadian, miraculously saved, stood and plunged his harpoon all the way into the devilfish's triple heart.
-Me debía a mí mismo este desquite -dijo el capitán Nemo al canadiense.
"Tit for tat," Captain Nemo told the Canadian. "I owed it to myself!"
Ned se inclinó, sin responderle.
Ned bowed without answering him.
Un cuarto de hora había durado el combate. Vencidos, mutilados, mortalmente heridos, los monstruos desaparecieron bajo el agua.
This struggle had lasted a quarter of an hour. Defeated, mutilated, battered to death, the monsters finally yielded to us and disappeared beneath the waves.
Rojo de sangre, inmóvil, cerca del fanal, el capitán Nemo miraba el mar que se había tragado a uno de sus compañeros, y gruesas lágrimas corrían de sus ojos.
Red with blood, motionless by the beacon, Captain Nemo stared at the sea that had swallowed one of his companions, and large tears streamed from his eyes.