Veinte mil leguas de viaje submarino

Zwanzigtausend Meilen unter'm Meer

   Capítulo 20

   Zwanzigstes Capitel.

   El estrecho de Torres

   Die Torres-Straße.

   Durante la noche del 27 al 28 de diciembre, el Nautilus abandonó los parajes de Vanikoro a toda máquina. Hizo rumbo al Sudoeste y, en tres días, franqueó las setecientas cincuenta leguas que separan el archipiélago de La Pérousse de la punta Sudeste de la Papuasia.

   Während der Nacht vom 27. zum 28. December fuhr der Nautilus mit außerordentlicher Schnelligkeit aus den Gewässern von Vanikoro heraus in südwestlicher Richtung, und in drei Tagen legte er die siebenhundertundfünfzig Lieues zurück, welche die Gruppe La Pérouse von der südöstlichen Spitze Papuasiens trennen.

   El 1 de enero de 1868, a primera hora de la mañana, Conseil se reunió conmigo en la plataforma.

   Am 1. Januar 1863 kam in aller Früh Conseil auf die Plateform zu mir.

   -Permítame el señor que le desee un buen año.

   »Mein Herr, sagte zu mir der wackere Junge, darf man Ihnen ein glückliches Neues Jahr wünschen?

   -¡Cómo no, Conseil! Exactamente como si estuviéramos en París, en mi gabinete del Jardín de Plantas. Acepto tus votos y te los agradezco. Pero tendré que preguntarte qué es lo que entiendes por un «buen año», en las circunstancias en que nos encontramos. ¿Es el año que debe poner fin a nuestro cautiverio o el año que verá continuar este extraño viaje?

   – Warum nicht, Conseil, aber gerade als wäre ich zu Paris in meinem Cabinet des Jardin des Plantes. Ich nehme Deine Wünsche an und danke Dir dafür. Nur will ich Dich fragen, was verstehst Du unter ›einem glücklichen Neuen Jahr‹ unter den Umständen, worin wir uns befinden? Meinst Du damit, daß dies Jahr unsere Gefangenschaft endigen würde, oder daß wir dies Jahr eine Fortsetzung dieser seltsamen Reise erleben werden?

   -A fe mía, que no sé qué decirle al señor. Cierto es que estamos viendo cosas muy curiosas, y que, desde hace dos meses, no hemos tenido tiempo de aburrirnos. La última maravilla es siempre la mejor, y si esta progresión se mantiene no sé adónde vamos a parar. Me parece a mí que no volveremos a encontrar nunca una ocasión semejante.

   – Wahrhaftig, erwiderte Conseil, ich weiß meinem Herrn nicht darauf zu antworten. Zuverlässig erleben wir merkwürdige Dinge, und seit zwei Monaten hatten wir nicht die Zeit uns zu langweilen. Das letztere Wunder ist stets das staunenswerthere, und wenn diese Steigerung so fortdauert, weiß ich nicht, wie dies endigen wird. Ich bin der Meinung, wir werden eine gleiche Gelegenheit nie wieder bekommen.

   -Nunca, Conseil.

   – Niemals, Conseil.

   -Además, el señor Nemo, que justifica muy bien su nombre latino, no es más molesto que si no existiera.

   – Zudem, Herr Nemo, der wohl seinen lateinischen Namen rechtfertigt, genirt uns ebenso wenig, als wenn er nicht auf der Welt wäre.

   -Dices bien, Conseil.

   – Wie Du sagst, Conseil.

   -Yo pienso, pues, mal que le pese al señor, que un buen año sería el que nos permitiera verlo todo.

   – Ich denke also, wenn's meinem Herrn beliebt, ein gutes Jahr wäre ein Jahr, welches uns Alles zu sehen vergönnte ....

   -¿Todo? Quizá fuera entonces un poco largo. Pero ¿qué piensa de esto Ned Land?

   – Alles zu sehen, Conseil? Das würde vielleicht zu lange dauern. Aber was hält Meister Ned-Land davon?

   -Ned Land piensa exactamente lo contrario que yo. Es un hombre positivo, con un estómago imperioso. Pasarse la vida mirando y comiendo peces no le basta. La falta de vino, de pan, de carne, no conviene a un digno sajón familiarizado con los bistecs, y a quien no disgusta ni el brandy ni la ginebra en proporciones moderadas.

   – Ned-Land ist gerade der entgegengesetzten Meinung, wie ich, erwiderte Conseil. Es ist ein positiver Geist und ein gebieterischer Magen. Die Fische betrachten, und stets solche verzehren, genügt ihm nicht. Der Mangel an Wein, Brod und Fleisch will einem würdigen Sachsen, der an Beefsteaks gewöhnt, und dem eine mäßige Portion Branntwein nicht zuwider ist, nicht zusagen!

   -No es eso lo que a mí me atormenta, Conseil, yo me acomodo muy bien al régimen de a bordo.

   – Ich meines Theils, Conseil, finde darin keine Pein, und ich richte mich gern nach der Regel an Bord.

   -Igual que yo -respondió Conseil-. Por eso, yo quiero permanecer aquí tanto como Ned Land quiere fugarse. Así, si el año que comienza no es bueno para mí, lo será para él y recíprocamente. De esta forma, siempre habrá alguno satisfecho. En fin, y para concluir, deseo al señor lo que desee el señor.

   – Ich gleichfalls, erwiderte Conseil. Auch denke ich ebenso eifrig an das Hierbleiben, als Ned-Land an's Entfliehen. Demnach, wenn das beginnende Jahr nicht glücklich für mich ist, wird es für ihn gut sein, und umgekehrt. Dann ist stets einer befriedigt. Endlich, zum Schluß, wünsche ich meinem Herrn, was ihm das Herz erfreut.

   -Gracias, Conseil. únicamente te pediré que aplacemos la cuestión de los regalos y que los reemplacemos provisionalmente por un buen apretón de manos. Es lo único que tengo sobre mí.

   – Danke, Conseil. Nur muß ich Dich bitten, die Frage des Neujahrsgeschenks zu verschieben, und dasselbe einstweilen durch einen herzlichen Handschlag ersetzen zu lassen. Etwas anderes hab' ich nicht bei mir.

   -Nunca ha sido tan generoso el señor -respondió Conseil.

   – Mein Herr ist nie so freigebig gewesen,« erwiderte Conseil.

   Y el buen muchacho se fue.

   Hierauf entfernte sich der gute Junge.

   El 2 de enero habíamos recorrido once mil trescientas cuarenta millas desde nuestro punto de partida en los mares del Japón. Ante el espolón del Nautilus se extendían los peligrosos parajes del mar del Coral, a lo largo de la costa nordeste de Australia. Nuestro barco bordeaba a una distancia de algunas millas el temible banco, en el que estuvieron a punto de naufragar los navíos de Cook, el 10 de junio de 1770. El barco en que navegaba Cook chocó con una roca, y si no se fue a pique se debió a la circunstancia de que el trozo de coral arrancado se incrustó en el casco entreabierto.

   Am 2. Januar hatten wir elftausenddreihundertundvierzig Meilen seit unserer Abfahrt aus den Gewässern Japans zurückgelegt. Vor dem Schnabel des Nautilus lagen die gefährlichen Gegenden des Korallenmeeres an der Nordostküste Australiens. Unser Fahrzeug fuhr einige Meilen weit neben dieser fürchterlichen Bank her, an welcher Cook's Schiffe am 10. Juni 1770 beinahe gescheitert wären. Das Fahrzeug, worauf Cook sich befand, stieß auf einen Felsen, und daß es nicht untersank, war dem Umstand zu verdanken, daß das durch den Stoß losgetrennte Korallenstück in dem Leck des Rumpfes stecken blieb.

   Yo deseaba vivamente visitar ese arrecife de trescientas sesenta leguas de longitud contra el que el mar rompía su oleaje con una formidable intensidad sólo comparable a la de las descargas del trueno. Pero en aquel momento, los planos inclinados del Nautilus nos llevaban a una gran profundidad y no pude ver nada de esas altas murallas coralígenas. Hube de contentarme con la observación de los diferentes especímenes de peces capturados por nuestras redes. Observé, entre otros, a unos escombros, grandes como atunes, con los flancos azulados y surcados por unas bandas transversales que desaparecían con la vida del animal. Estos peces nos acompañaban en gran cantidad y suministraron a nuestra mesa un delicado manjar. Cogimos también un buen número de esparos de medio decímetro de longitud, cuyo sabor es muy parecido al de la dorada, y peces voladores, verdaderas golondrinas marinas que, en las noches oscuras, rayan alternativamente el agua y el aire con sus resplandores fosforescentes. Entre los moluscos y los zoófitos hallé en las redes de la barredera diversas especies de alcionarias, de erizos de mar, de martillos, espolones, ceritios, hiálidos. La flora estaba representada por bellas algas flotantes, laminarias y macrocísteas, impregnadas del mucílago que exudaban sus poros y entre las que recogí una admirable Nemastoma geliniaroíde, que halló su lugar entre las curiosidades naturales del museo.

   Ich hätte lebhaft gewünscht, dieses dreihundertsechzig Lieues lange Riff zu besuchen, an welchem das stets unruhige Meer mit fürchterlicher Stärke und donnerähnlichem Getöse sich brach. Aber in diesem Augenblick wurden wir vom Nautilus in eine große Tiefe hinabgezogen, und ich konnte von den hohen Korallenwänden nichts mehr sehen.

   Dos días después de haber atravesado el mar del Coral, el 4 de enero, avistamos las costas de la Papuasia. En esa ocasión, el capitán Nemo me notificó su intención de dirigirse al océano indico por el estrecho de Torres, sin darme más precisiones. Ned observó, complacido, que esa ruta nos acercaba a los mares europeos.

   Zwei Tage, nachdem wir durch das Korallenmeer gefahren, am 4. Januar, bekamen wir die Küsten von Papuasien in Sicht. Der Kapitän Nemo ließ mich wissen, daß er durch die Straße Torres den Indischen Ocean besuchen wolle.

   El estrecho de Torres debe su reputación de peligroso tanto a los escollos de que está erizado Como a los salvajes habitantes de sus costas. El estrecho separa la Nueva Holanda de la gran isla de la Papuasia, conocida también con el nombre de Nueva Guinea.

   Diese gilt für ebenso gefährlich durch ihre Klippen, als durch ihre wilden Bewohner. Sie scheidet Neu-Holland von der großen Insel Papuasien, welche auch Neu-Guinea genannt wird.

   La Papuasia tiene cuatrocientas leguas de longitud por ciento treinta de anchura, y una superficie de cuarenta mil leguas geográficas. Está situada, en latitud, entre 0º 19' y 10º 2' Sur, y, en longitud, entre 128º 23' y 146º 15'. A mediodía, mientras el segundo tomaba la altura del sol, vi las cimas de los montes Arfalxs, que se alzan en grandes planos para terminar en pitones agudos.

   Die Insel Papuasien ist vierhundert Lieues lang bei hundertunddreißig Breite, und ihr Flächeninhalt beträgt vierzigtausend geographische Meilen. Sie liegt zwischen 0°19' und 10°2' südlicher Breite, und zwischen 128°23' und 146°15' Länge. Um 12 Uhr, als der Schiffslieutenant den Stand der Sonne aufnahm, gewahrte ich die Gipfel des Gebirges Arfalxs, das aus den Ebenen stufenmäßig zu steilen Spitzen aufsteigt.

   Esta tierra, descubierta en 1511 por el portugués Francisco Serrano, fue sucesivamente visitada por don José de Meneses, en 1526; por el general español Alvar de Saavedra, en 1528; por Juigo Ortez, en 1545; por el holandés Shouten, en 1616; por Nicolás Sruick, en 1753; por Tasman, Dampier, Fumel, Carteret, Edwards, Bougainville, Cook, Forrest, Mac Cluer y D'Entrecasteaux, en 1792; por Duperrey, en 1823; y por Dumont d'Urville, en 1827. «Es el foco de los negros que ocupan toda la Malasia», ha dicho Rienzi. No podía yo sospechar que los azares de esta navegación iban a ponerme en presencia de los temibles Andamenos.

   Dieses Land wurde 1511 von den Portugiesen entdeckt, und seitdem häufig von den Entdeckungsreisenden besucht, neuerdings von Duperrey 1823 und Dumont d'Urville 1827. Es ist, wie man gesagt hat »der Heerd der Schwarzen, welche ganz Malayenland bewohnen«, und ich zweifelte nicht, daß ich bei dieser Fahrt die gefürchteten Andamenen kennen lernen würde.

   El Nautilus se presentó en la entrada del estrecho más peligroso del mundo, cuya travesía evitan hasta los más audaces navegantes. Es el estrecho que afrontó Luis Paz de Torres a su regreso de los mares del Sur, en la Melanesia, y en el que las corbetas encalladas de Dumont d'Urville estuvieron a punto de perderse por completo en 1840. El Nautilus, superior a todos los peligros del mar, se disponía, sin embargo, a desafiar a los arrecifes de coral.

   Der Nautilus war also am Eingang der gefährlichsten Enge des ganzen Erdballs, in welche die kühnsten Seefahrer kaum zu dringen wagen, worin 1840 die Corvetten Dumont d'Urville's scheiterten und auf dem Punkt waren, völlig zu Grunde zu gehen. Dennoch war der Nautilus, welcher allen Gefahren gewachsen war, im Begriff mit den Korallenriffen sich bekannt zu machen.

   El estrecho de Torres tiene unas treinta y cuatro leguas de anchura, pero se halla obstruido por una innumerable cantidad de islas, islotes, rocas y rompientes que hacen casi impracticable su navegación. Por ello, el capitán Nemo tomó todas las precauciones posibles para atravesarlo. Flotando a flor de agua, el Nautilus avanzaba a una marcha moderada. Su hélice batía lentamente las aguas, como la cola de un cetáceo.

   Die Straße Torres ist ungefähr dreißig Lieues breit, aber mit einer unzähligen Menge Inseln, Eilanden, Klippen, Felsen bedeckt, welche die Durchfahrt sehr schwierig machen. Deshalb traf auch der Kapitän Nemo alle möglichen Vorsichtsmaßregeln. Der Nautilus fuhr an der Oberfläche nur langsam vorwärts.

   Mis dos compañeros y yo aprovechamos la ocasión para instalarnos en la plataforma. Ante nosotros se elevaba la cabina del timonel, quien, si no me engaño, debía ser en esos momentos el propio capitán Nemo.

   Ich benutzte mit meinen beiden Gefährten diesen Umstand, um auf der Plateform mich umzusehen. Vor uns befand sich das Gehäuse des Steuerers, und irre ich nicht sehr, so befand sich der Kapitän selbst darinnen, seinen Nautilus zu leiten.

   Tenía yo a la vista los excelentes mapas del estrecho de Torres levantados y trazados por el ingeniero hidrógrafo Vincendon Dumoulin ypor el teniente de navío Coupvent Desbois -almirante en la actualidad-, integrantes del estado mayor de Dumont d'Urville durante el último viaje de circunnavegación realizado por éste. Estos mapas son, junto con los del capitán King, los mejores para guiarse por el intrincado laberinto del estrecho, y yo los consultaba con una escrupulosa atención.

   Ich hatte die vortrefflichen Karten der Straße Torres vor mir, welche von Vincendon Dumoulin und Coupvent-Desbois, die zu dem Stabe Dumont d'Urville's bei seiner letzten Reise gehörten, herausgegeben wurden und neben denen des Kapitäns King die besten sind, um in dem Gewirre dieser Straße sich zu orientiren.

   El mar se agitaba furiosamente en torno al Nautilus. La corriente de las olas, que iba del Sudeste al Noroeste con una velocidad de dos millas y media, se rompía en los arrecifes que asomaban sus crestas por doquier.

   Das Meer brauste wüthend um den Nautilus her. Die Strömung der Wogen, welche mit einer Schnelligkeit von zwei und einer halben Meile von Süd-Ost nach Nord-West trieb, brach sich an den Korallen, deren Spitzen hier und da hervorragten.

   -Mal está la mar -dijo Ned Land.

   »Das ist ein schlimmes Meer! sagte Ned-Land.

   -Detestable, en efecto -le respondí-, y más aún para un barco como el Nautilus.

   – Abscheulich, erwiderte ich, und für ein Fahrzeug, wie der Nautilus, wirklich nicht passend.

   -Muy seguro tiene que estar de su camino este condenado capitán -dijo el canadiense -para meterse por aquí, entre estas barreras de arrecifes que sólo con rozarlo pueden romper su casco en mil pedazos.

   – Der verdammte Kapitän, versetzte der Canadier, muß wohl seiner Fahrt sehr sicher sein, denn ich sehe da Korallenklumpen, die seinen Rumpf zertrümmern könnten, wenn er nur daran herstriche!«

   Grande era el peligro, en efecto. Pero el Nautilus parecía deslizarse como por encanto en medio de los terribles escollos. No seguía exactamente el rumbo del Astrolabe y de la Zelée, que tan funesto fue para Dumont d'Urville, sino que, orientándose más al Norte, pasó ante la isla Murray, para luego dirigirse al Sudoeste, hacia el paso de la Cumberland. Por un momento temí que fuera a chocar con ella, pero puso rumbo al Noroeste para dirigirse, a través de una gran cantidad de islas e islotes poco conocidos, hacia la isla Tound y el canal Malo.

   Die Lage war in der That gefährlich, aber der Nautilus schien wie durch Zauber inmitten der fürchterlichen Klippen hindurch zu gleiten. Er folgte nicht genau der Linie, welche der Astrolabe eingeschlagen hatte und diesem verderblich geworden war, sondern hielt sich mehr nördlich an der Insel Murray vorbei, und dann wieder südwestlich nach der Cumberlandstraße zu.

Ich glaubte, er wolle in diese einlaufen, als er wieder in nordwestlicher Richtung durch eine große Menge Inseln und wenig bekannter Eilande auf die Insel Tound und den Schlimmen Kanal zufuhr.

   Ya estaba yo preguntándome si el capitán Nemo, imprudente hasta la locura, iba a meter su barco por aquel paso en el que habían encallado las dos corbetas de Dumont d'Urville, cuando, modificando por segunda vez su rumbo hacia el Oeste, se dirigió hacia la isla Gueboroar.

   Ich fragte mich schon, ob der Kapitän Nemo, unvorsichtig bis zum Wahnsinn, sich in diese Enge wagen wolle, wo die beiden Corvetten Dumont d'Urville's scheiterten, als er mit abermals veränderter Richtung gerade westlich auf die Insel Gueboroar zufuhr.

   Eran las tres de la tarde y la marea alcanzaba ya casi la pleamar. El Nautilus se acercó a aquella isla, todavía intacta en mi memoria con su hilera de pandanes. Navegábamos a unas dos millas de la isla, cuando, súbitamente, un choque me derribó.

   Es war drei Uhr Nachmittags; die Wogen brachen sich, die Fluth war fast voll. Der Nautilus kam in die Nähe dieser Insel, wir fuhren keine zwei Meilen weit an ihr vorüber.

   El Nautilus acababa de tocar en un escollo, y quedó inmovilizado tras bascular ligeramente a babor.

   Plötzlich warf mich ein Stoß zu Boden. Der Nautilus war auf eine Klippe gestoßen und saß fest, neigte ein wenig auf die linke Seite.

   Cuando me reincorporé, vi en la plataforma al capitán Nemo y a su segundo examinando la situación del barco y hablando en su incomprensible idioma.

   Als ich wieder aufgestanden war, sah ich den Kapitän Nemo mit seinem Lieutenant auf der Plateform. Sie untersuchten die Lage des Schiffes, und besprachen sich in ihrem unverständlichen Dialekt.

   A dos millas, por estribor, se divisaba la isla Gueboroar, cuya costa se redondeaba desde el Norte al Oeste como un inmenso brazo. Hacia el Sur y el Este el reflujo comenzaba a dejar al descubierto las crestas de algunos arrecifes de coral. Habíamos tocado de lleno y en uno de esos mares que tienen mareas pobres, lo que dificultaba la puesta a flote del Nautilus. Sin embargo, éste no parecía haber sufrido ninguna avería gracias a la extraordinaria solidez de su casco. Pero si no podía abrirse ni irse a pique, sí corría el riesgo, en cambio, de permanecer para siempre aprisionado en esos escollos. Así, tal vez había acabado allí su carrera el aparato submarino del capitán Nemo.

   Die Lage war folgende. Zwei Meilen rechts sah man die Insel Gueboroar, deren Küste sich von Norden nach Westen wie ein ungeheurer Arm abrundete. Nach Süden und Osten hin kamen schon einige Korallenspitzen zum Vorschein, welche bei der Ebbe unbedeckt waren. Wir saßen völlig fest in einem Meere, wo Ebbe und Fluth mäßig sind, ein schlimmer Umstand, um wieder flott zu werden. Doch hatte das Schiff durchaus keinen Schaden bekommen, da sein Rumpf so solid gebaut war. Aber konnte es auch nicht untersinken oder leck werden, so war es doch sehr in Gefahr, für immer auf diesen Felsen fest zu sitzen, und dann war der unterseeische Apparat des Kapitäns Nemo zwecklos.

   En tales términos me planteaba yo la situación, cuando el capitán, frío y tranquilo, tan dueño de sí como siempre, sin manifestar la más mínima emoción o contrariedad, se acercó a mí.

   Ich stellte diese Betrachtungen an, als der Kapitän, kalt und ruhig, stets sich selbst beherrschend, ohne eine Unruhe oder Verlegenheit zu zeigen, herantrat:

   -¿Un accidente? -le pregunté.

   »Ein Unfall? sagte ich.

   -No; un incidente -me respondió.

   – Nein, ein Zwischenfall, erwiderte er.

   -Pero un incidente que puede obligarle a ser nuevamente un habitante de esa tierra de la que huye.

   – Aber ein Zwischenfall, entgegnete ich, der Sie vielleicht nöthigen wird, wieder ein Bewohner des Landes zu werden, welches Sie fliehen!«

   El capitán Nemo me miró de un modo singular e hizo un gesto de negación, claramente expresivo de su convicción de que nada le obligaría nunca a regresar a tierra. Luego, me dijo:

   Der Kapitän Nemo sah mich mit befremdlicher Miene an, und machte eine verneinende Bewegung. Er sagte mir damit klar genug, daß ihn nichts in der Welt zwingen würde, seine Füße je wieder auf einen Continent zu setzen. Dann sagte er:

   -Señor Aronnax, el Nautilus no está perdido, tranquilicese. Volverá a ofrecerle el espectáculo de las maravillas del océano. Nuestro viaje no ha hecho más que comenzar, y yo no deseo privarme tan pronto del honor de su compañía.

   »Uebrigens, Herr Arronax, der Nautilus ist nicht in gefährlicher Lage. Er ist noch im Stande, Ihnen alle Wunder des Oceans zu zeigen. Unsere Reise fängt erst an, und ich wünsche nicht, so bald mich der Ehre Ihrer Gesellschaft zu berauben.

   -Y, sin embargo, capitán Nemo -le dije, sin darme por enterado del tono irónico de sus palabras-, el Nautilus ha encallado en el momento de la pleamar. Y dado que las mareas son débiles en el Pacífico y que no puede usted deslastrar al Nautilus (lo que me parece imposible), no veo cómo va a sacarlo a flote.

   – Indessen, Kapitän Nemo, fuhr ich fort, ohne die ironische Wendung seiner Antwort zu beachten, der Nautilus sitzt fest zur Zeit der vollen Fluth. Aber im Stillen Meer ist die Fluth nicht so stark, und wenn Sie nicht Ballast auszuwerfen haben – was mir nicht möglich scheint, – so sehe ich nicht ab, wie er wieder flott werden kann.

   -Tiene usted razón, señor profesor, las mareas no son fuertes en el Pacífico. Pero en el estrecho de Torres hay una diferencia de un metro entre los niveles de las mareas altas y bajas. Estamos hoy a 4 de enero, y dentro de cinco días tendremos luna llena. Pues bien, mucho me sorprendería que nuestro complaciente satélite no levantara suficientemente estas masas de agua, haciéndome así un favor que sólo a él quiero deber.

   – Sie haben Recht, die Fluth ist im Stillen Meer nicht so stark, Herr Professor, erwiderte der Kapitän Nemo, aber in der Torres-Straße findet man noch einen Unterschied von ein und einem halben Meter zwischen dem Niveau des Höhestandes und dem niedrigsten. Heute haben wir den 2. Januar, und in fünf Tagen ist Vollmond. Dann soll mich's doch sehr wundern, wenn dieser gefällige Trabant nicht das Wasser zu hinreichender Höhe emporheben und damit mir einen Dienst erweisen sollte, welchen ich nur ihm allein zu verdanken haben will.«

   Dicho esto, el capitán Nemo, seguido de su segundo, se introdujo en el interior del Nautilus. Éste permanecía completamente inmóvil, como si los pólipos coralíferos lo hubiesen enquistado ya en su indestructible cemento.

   Nach diesen Worten begab sich der Kapitän Nemo in Begleitung seines Lieutenants wieder in's Innere des Nautilus. Das Fahrzeug wich und wankte nicht, saß unbeweglich fest, als hätten die Korallenpolypen es bereits in ihren unzerstörbaren Kitt fest eingemauert.

   -¿Y bien, señor? -me preguntó Ned Land, que se había acercado a mí tras la marcha del capitán.

   »Nun, mein Herr? sagte Ned-Land zu mir, indem er nach dem Weggang des Kapitäns zu mir kam.

   -Amigo Ned, que vamos a esperar tranquilamente la marea del día 9, ya que parece que va ser la luna la encargada de ponernos a flote.

   – Nun, Freund Ned, wir warten ruhig die Fluth am 9. ab, denn es scheint, Luna wird so gefällig sein, uns wieder flott zu machen.

   -¿Así de sencillo?

   – Nichts weiter?

   -Así de sencillo.

   – Nichts weiter.

   -¿Cómo? ¿Es que el capitán no va a echar el ancla fuera, ni disponer su maquinaria para hacer todo lo posible por sacarlo tirando del espía?

   – Und der Kapitän wird nicht seine Anker auswerfen und seine Maschinen anstrengen, und alles aufbieten, um sich heraus zu ziehen?

   -¿Para qué, puesto que bastará con la marea? -dijo Conseil.

   – Die Fluth wird ja ausreichen!« erwiderte Conseil.

   El canadiense le miró y se alzó de hombros. Era el marino quien hablaba en él.

   Der Canadier warf Conseil einen Blick zu, und zuckte die Achseln. Dann sagte er weiter mit der Miene des Seemannes:

   -Puede usted creerme, señor, si le digo que este trasto de hierro no volverá a navegar por el mar ni bajo el mar. Ya sólo vale para venderlo como chatarra. Creo que ha llegado el momento de prescindir de la compañía del capitán Nemo.

   »Mein Herr, Sie können mir glauben, wenn ich Ihnen sage, dies Stück Eisen wird nimmer, weder auf, noch unter der Meeresfläche fahren. Man wird's nur nach dem Pfund verkaufen. Ich denke demnach, daß nun die Zeit gekommen ist, im Stillen die Gesellschaft des Kapitäns aufzugeben.

   -Amigo Ned -respondí-, yo tengo más confianza que usted en el Nautilus. De todos modos, dentro de cuatro días sabremos a qué atenernos sobre las mareas del Pacífico. En cuanto a su consejo de darnos a la fuga, me parecería oportuno si nos halláramos a la vista de las costas de Inglaterra o de la Provenza, pero en estos parajes de la Papuasia la costa es muy diferente. No obstante, siempre tendremos ocasión de recurrir a esta extremidad si el Nautilus no consigue salir a flote, lo que, para mí, sería muy grave.

   – Freund Ned, erwiderte ich, ich habe noch nicht, wie Sie, das Vertrauen zu diesem tapfern Nautilus sinken lassen, und in vier Tagen werden wir wissen, wie wir im Stillen Ocean mit der Fluth dran sind. Uebrigens würde der Rath zu entfliehen, angemessen sein können, wenn wir im Angesicht der Küste Englands oder der Provence wären; aber in Papuasien ist's etwas anders, und es wird immer noch Zeit zu solch einem äußersten Mittel sein, wenn es dem Nautilus nicht gelingt, wieder flott zu werden, was ich als ein bedeutendes Ereigniß ansehen würde.

   -Pero, al menos, ¿no podríamos poner pie en tierra? -dijo Ned Land-. Ahí tenemos una isla. En esa isla hay árboles. Y bajo esos árboles hay animales terrestres, portadores de chuletas y rosbifs, en los que yo hincaría el diente muy gustosamente.

   – Aber man könnte wohl zum mindesten eine Probe mit diesem Land machen? entgegnete Ned-Land. Wir sehen, es ist eine Insel. Auf derselben sind Bäume, und unter diesen giebt's Landthiere, die Cotelettes und Roastbeefs tragen, die ich längst gern einmal zum Imbiß nehmen wollte.

   -En esto tiene razón el amigo Ned -dijo Conseil-, y yo soy de su opinión. ¿No podría obtener el señor de su amigo, el capitán Nemo, que se nos trasladase a tierra, aunque no fuese más que para no perder la costumbre de pisar las partes sólidas de nuestro planeta?

   – Hierin hat Freund Ned Recht, sagte Conseil, und ich theile seine Ansicht. Wäre es meinem Herrn nicht möglich, von seinem Freund, dem Kapitän Nemo, auszuwirken, uns an's Land zu setzen, sei's auch nur, um nicht gänzlich die Gewohnheit zu verlieren, die festen Theile unsers Planeten zu betreten?

   -Puedo pedírselo, pero creo que será inútil.

   – Ich kann ihn darum bitten, erwiderte ich, aber er wird's abschlagen.

   -Inténtelo el señor -dijo Conseil-, y así sabremos a qué atenernos sobre la amabilidad del capitán Nemo.

   – Wenn mein Herr es wagen will, sagte Conseil, so werden wir wissen, woran wir uns zu halten haben in Hinsicht der Liebenswürdigkeit des Kapitäns.«

   Con gran sorpresa por mi parte, el capitán Nemo me concedió su autorización con toda facilidad, sin tan siquiera exigirme la promesa de nuestro retorno a bordo. Cierto es que una huida a través de las tierras de la Nueva Guinea era demasiado peligrosa y no sería yo quien aconsejase a Ned Land intentarla. Más valía ser prisionero a bordo del Nautilus que caer entre las manos de los naturales de la Papuasia.

   Zu meinem großen Erstaunen gab mir der Kapitän Nemo die erbetene Erlaubniß, und er that es sehr gefällig und eifrig, ohne nur das Versprechen der Rückkehr an Bord abzunehmen. Aber eine Flucht durch Neu-Guinea würde sehr gefährlich gewesen sein, und ich würde Ned-Land nicht gerathen haben, sie zu versuchen. Als Gefangener an Bord des Nautilus zu bleiben, würde doch dem Loos vorzuziehen sein, daß man den Eingeborenen Papuasiens in die Hände fiele.

   Se puso a nuestra disposición el bote para el día siguiente. Yo daba por descontado que no nos acompañarían ni el capitán Nemo ni ninguno de sus hombres y que Ned Land habría de dirigir él solo la embarcación. Pero la tierra no se hallaba más que a dos millas de distancia, y para el canadiense sería un juego conducir el ligero bote entre esas líneas de arrecifes tan peligrosas para los grandes navíos.

   Das Landungsboot wurde uns für den folgenden Morgen zu Verfügung gestellt. Ich fragte nicht darnach, ob der Kapitän Nemo uns begleiten wolle. Ich dachte sogar, es werde uns Jemand von der Mannschaft beigegeben werden, und Ned-Land nur beauftragt, die Landung zu leiten. Uebrigens da das Land nur höchstens zwei Meilen entfernt war, so war es für den Canadier nur ein Spiel, das leichte Boot zwischen den Rissen durchzubringen, welche für die großen Schiffe so gefährlich sind.

   Al día siguiente, 5 de enero, se extrajo de su alvéolo la canoa y se botó al mar desde lo alto de la plataforma. Dos hombres bastaron para realizar la operación. Los remos estaban ya a bordo y nos embarcamos a las ocho de la mañana, con nuestras hachas y fusiles.

   Am folgenden Tag, den 5. Januar, wurde das Boot ohne Verdeck aus seinem Gehäuse genommen, und von der Plateform herab in's Meer gelassen. Zwei Mann reichten dafür aus. Die Ruder befanden sich darinnen, und wir brauchten uns nur hineinzusetzen.

   El mar estaba bastante bonancible. Soplaba una ligera brisa de tierra. Conseil y yo remábamos vigorosamente, en tanto que Ned Land manejaba el timón en los estrechos pasos que dejaban los rompientes. La canoa obedecía bien al timón y navegaba con rapidez.

   Um acht Uhr fuhren wir, mit Büchsen und Beilen gewaffnet, vom Nautilus ab. Das Meer war ziemlich ruhig. Vom Land her wehte ein leichter Wind. Conseil und ich saßen bei den Rudern, und führten sie kräftig, und Ned steuerte in dem schmalen Fahrwasser, welches zwischen den Klippen frei war. Das Boot ließ sich gut leiten und fuhr rasch.

   Ned Land no podía contener su alegría. Era un prisionero escapado de su cárcel, y no parecía pensar que debía volver a ella.

   Ned-Land war vor Freude außer sich. Er war ein dem Kerker entwischter Gefangener, und er dachte gar nicht daran, daß er wieder in denselben zurückkehren müsse.

   -¡Carne! -exclamaba-. ¡Vamos a comer carne, y qué carne! ¡Caza auténtica! No digo yo que el pescado no sea una buena cosa, pero sin abusar, y un buen trozo de carne fresca a la parrilla sería una agradable variación.

   »Fleisch! rief er wiederholt. Nun werden wir wieder Fleisch essen, und was für Fleisch! Echtes Wildpret! Allerdings wohl kein Brod! Ich will nicht sagen, ein Fischgericht sei nicht etwas Gutes, aber man darf des Guten nicht zu viel thun, und ein Stück frisches Wildpret, über glühenden Kohlen auf dem Rost gebraten, gebe eine angenehme Abwechselung unseres Tisches.

   -¡El muy glotón, me está haciendo la boca agua! -dijo Conseil.

   – Leckermund! erwiderte Conseil, er macht, daß mir auch der Mund darnach wässert.

   -Queda por ver -dije -si hay caza en esos bosques. Y puede que las piezas sean de tal tamaño que cacen al cazador.

   – Es steht auch noch dahin, ob es Wild in diesen Wäldern giebt, und ob nicht das Wild dort von so starkem Wuchs ist, daß ihm der Jäger selbst zur Beute werden könnte.

   -¡Oh!, señor Aronnax -respondió el canadiense, cuyos dientes parecían estar tan afilados como el filo de un hacha-, le aseguro que estoy dispuesto a comer tigre, solomillo de tigre, si no hay otro cuadrúpedo en esta isla.

   – Richtig, Herr Arronax! erwiderte der Canadier, dessen Zähne scharf gewetzt schienen, wie die scharfe Schneide eines Beiles; aber ich würde Tigerfleisch, Lendenbraten von Tigern essen, wenn's auf dieser Insel keinen andern Vierfüßler giebt.

   -El amigo Ned es inquietante -dijo Conseil.

   – Freund Ned versetzt uns in Unruhe, erwiderte Conseil.

   -Lo que sea -prosiguió Ned Land-. Cualquier animal de cuatro patas sin plumas o de dos patas con plumas recibirá el saludo de mi fusil.

   – Wie dem auch sein mag, fuhr Ned-Land fort, jedes vierfüßige ungefiederte, oder zweifüßige gefiederte Thier wird meinem ersten Schuß willkommen sein.

   -He aquí que el señor Land vuelve a excitarse.

   – Gut! erwiderte ich, da sehen wir Meister Land's Unvorsichtigkeiten wieder von vorne anfangen!

   -No tema, señor Aronnax -respondió el canadiense-, y reme con fuerza. No pido más de media hora para ofrecerle un plato a mi manera.

   – Haben Sie keine Angst, Herr Arronax, erwiderte der Canadier, und rudern Sie nur tüchtig. Ich brauche keine fünfundzwanzig Minuten, um Ihnen ein Gericht nach meinem Geschmack vorzulegen.«

   A las ocho y media, la canoa del Nautilus arribó a una playa de arena, tras haber franqueado con fortuna el anillo de coral que rodeaba a la isla de Gueboroar.

   Um acht und ein halb Uhr lief das Boot des Nautilus, nachdem es glücklich über den Korallenring, welcher die Insel Gueboroar umgiebt, hinausgekommen war, an einer seichten Stelle sanft auf den Strand.

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