Zwanzigtausend Meilen unter'm Meer

Veinte mil leguas de viaje submarino

   Neunzehntes Capitel.

   Capítulo 19

   Der Golfstrom.

   El Gulf Stream

   Diese fürchterliche Scene des 20. April wird Niemand von uns je vergessen können. Ich habe sie unter'm Eindruck heftigster Gemüthsbewegung niedergeschrieben und später durchgesehen: meine Darstellung ist völlig genau, aber ausreichend als Schilderung nicht.

   Ninguno de nosotros podrá olvidar jamás aquella terrible escena del 20 de abril. La he escrito bajo el imperio de una violenta emoción. He repasado luego mi relato, y se lo he leído a Conseil y al canadiense. Lo han encontrado lleno de exactitud en los hechos, pero insuficiente en su expresividad. Y es que para describir tales cuadros haría falta la pluma del más ilustre de nuestros poetas, el autor de Los trabajadores del mar.

   Der Schmerz des Kapitän Nemo war unermeßlich. Nun hatte er schon den zweiten Genossen an Bord verloren. Und was für ein Tod! Zerdrückt, erstickt, zerfleischt von dem Ungeheuer, sollte er nicht auf dem stillen Friedhof des Korallenreichs seine Ruhestätte finden!

   He dicho que el capitán Nemo lloraba mirando al mar. Inmenso fue su dolor. Era el segundo compañero que perdía desde nuestra llegada a bordo. ¡Y qué muerte! Aquel amigo, aplastado, asfixiado, roto por el formidable brazo de un pulpo, triturado por sus mandíbulas de hierro, no debía reposar con sus compañeros en las apacibles aguas del cementerio de coral.

   Mir war das Verzweiflungsgeschrei des Unglücklichen herzzerreißend gewesen. Die Todesangst hatte seine Muttersprache verrathen. Ich hatte also einen Heimatgenossen unter der, dem Kapitän Nemo mit Leib und Seele verbundenen Mannschaft! War er der einzige Repräsentant Frankreichs in der aus verschiedenen Nationalitäten gemischten Gesellschaft? Ein ungelöstes Räthsel, das mich unablässig quälte.

   Lo que me había desgarrado el corazón, en medio de aquella lucha, fue el grito de desesperación del desgraciado, ese pobre francés que olvidando su lenguaje de convención había recuperado la lengua de su país y de su madre en su llamamiento supremo. Tenía yo, pues, un compatriota entre la tripulación del Nautilus, asociada en cuerpo y alma al capitán Nemo, que como éste huía del contacto con los hombres. ¿Sería el único que representara a Francia en esa misteriosa asociación, evidentemente compuesta de individuos de nacionalidades diversas? Éste era otro de los insolubles problemas que me planteaba sin cesar.

   Der Kapitän Nemo zog sich in sein Zimmer zurück, und ich bekam ihn einige Zeit lang nicht zu sehen. Aber daß er traurig, verzweifelt, unentschlossen sein mußte, gab mir das Fahrzeug, dessen Seele er war, zu erkennen. Der Nautilus fuhr nicht mehr in einer bestimmten Richtung, sondern hin und her streifend, gleich einem Leichnam dem Spiel der Wellen überlassen. Seine Schraube war wieder frei, und doch gebrauchte er sie kaum, segelte auf's Geradewohl.

   El capitán Nemo retornó a su camarote, y durante bastante tiempo no volví a verle. De su tristeza, desesperación e irresolución cabía hacerse una idea por la conducta del navío de quien él era el alma y al que comunicaba todas sus impresiones. El Nautilus no seguía ya ninguna dirección determinada; iba, venía y flotaba como un cadáver a merced de las olas. La hélice estaba ya liberada, pero apenas se servía de ella. Navegaba al azar. Parecía no poder arrancarse al escenario de su última lucha, a ese mar que había devorado a uno de los suyos.

   So verliefen zehn Tage. Erst am 1. Mai setzte der Nautilus, nachdem er die Lucayischen Inseln bis zur Mündung des Bahama-Canals in Sicht bekommen, entschieden in nördlicher Richtung seine Fahrt fort. Wir folgten darauf dem Laufe des Golfstromes, des größten Flusses im Meere, der seine Ufer, seine eigene Temperatur und Fische hat.

   Diez días transcurrieron así, hasta el 1 de mayo. Ese día, el Nautilus reemprendió su marcha al Norte, tras haber avistado las Lucayas, ante la abertura del canal de las Bahamas. Seguimos entonces la corriente del mayor río marino, que tiene sus orillas, sus peces y su temperatura propias. Hablo del Gulf Stream.

   Es ist in der That ein Fluß, der mitten im Atlantischen Ocean selbständig fließt, ohne daß sein Wasser mit dem des Ocean sich mischt. Dieser Fluß hat mehr Salzgehalt, als das umgebende Meer. Seine durchschnittliche Tiefe beträgt dreitausend Fuß, seine mittlere Breite sechzig Meilen. An manchen Stellen fließt er mit einer Schnelligkeit von vier Kilometer die Stunde. Der unveränderliche Umfang seiner Gewässer ist bedeutender, als der aller Flüsse der Erde.

   Es un río, en efecto. Corre libremente por el Atlántico, y sus aguas no se mezclan con las oceánicas. Es un río salado, más salado que el mar que le rodea. Su profundidad media es de tres mil pies y su anchura media de sesenta millas. En algunos lugares, su corriente marcha a la velocidad de cuatro kilómetros por hora. El invariable volumen de sus aguas es más considerable que el de todos los ríos del Globo.

   Die wahre Quelle des Golfstromes, wie sie der Commandant Maury erkannte, sein Ausgangspunkt, wenn man will, liegt im Golf von Gascogne. Hier fangen seine Gewässer, an Temperatur und Farbe noch schwach, sich zu bilden an. Er fließt südwärts längs der afrikanischen Küste, wärmt seine Fluthen in den Strahlen der heißen Zone, dann quer durch das Atlantische bis zum Cap San Roque an der brasilischen Küste, wo er sich in zwei Arme theilt, von welchen der eine in dem Antillenmeere noch satter sich zu erwärmen trachtet. Nun beginnt der Golfstrom, welcher die Bestimmung hat, das Gleichgewicht zwischen den Temperaturen herzustellen und die tropischen Wasser mit den nördlichen zu mischen, seine ausgleichende Rolle. Mit gesteigerter Wärme zieht er aus dem mexikanischen Golf nordwärts den amerikanischen Küsten zu bis zu Newfoundland, beugt beim Andrang der kalten Strömung aus der Davisstraße von jener Richtung ab, und fließt wieder dem Ocean zu, indem er auf einem der großen Kreise der loxodromischen Linie folgt, theilt sich unter'm dreiundvierzigsten Grade in zwei Arme, wovon der eine, unterstützt von den Passatwinden, zu dem Golf von Gascogne und den Azoren zurückkehrt, und der andere, nachdem er die laue Temperatur der Küsten Islands und Norwegens veranlaßt, bis über Spitzbergen hinaus, wo seine Wärme bis auf vier Grad herabsinkt, fortströmt und das freie Meer des Polarlandes bildet.

   La verdadera fuente del Gulf Stream, reconocida por el comandante Maury, o su punto de partida, si se prefiere, está situada en el golfo de Gascuña. Allí, sus aguas, aún débiles de temperatura y de color, comienzan a formarse. Desciende al Sur, costea el África ecuatorial, calienta sus aguas con los rayos solares de la zona tórrida, atraviesa el Atlántico, alcanza el cabo San Roque en la costa brasileña y se bifurca en dos brazos, uno de los cuales va a saturarse de las calientes moléculas del mar de las Antillas. Entonces, el Gulf Stream, encargado de restablecer el equilibrio entre las temperaturas y de mezclar las aguas de los trópicos con las aguas boreales, comienza a desempeñar su papel de compensador. Se calienta fuertemente en el golfo de México y luego se eleva al Norte a lo largo de las costas americanas hasta llegar a Terranova, donde se desvía por el empuje de la corriente fría del estrecho de Davis y reemprende la ruta del océano siguiendo sobre uno de los grandes círculos del Globo la línea loxodrómica; hacia el grado 43 se divide en dos brazos, uno de los cuales, ayudado por el alisio del Nordeste, vuelve hacia las Azores y el golfo de Gascuña, mientras el otro, tras templar las costas de Irlanda y de Noruega, llega más allá de las Spitzberg, donde su temperatura desciende a cuatro grados, para formar el mar libre del Polo.

   Auf diesem Strome des Oceans fuhr damals der Nautilus. Da wo derselbe aus dem Bahama-Canal heraus kommt, bei vierzehn Lieues Breite und dreihundertfünfzig Meter Tiefe, fließt der Golfstrom im Verhältniß von acht Kilometer die Stunde. Diese Schnelligkeit nimmt regelmäßig ab im Verhältniß, wie er weiter nördlich kommt, und es ist zu wünschen, daß diese Regelmäßigkeit fortbestehe, weil, wenn, wie man zu bemerken glaubte, seine Schnelligkeit und Richtung sich ändern sollten, die europäischen Klimate Störungen ausgesetzt wären, deren Folgen nicht zu berechnen sind.

   Por ese río oceánico era por el que navegaba entonces el Nautilus. A su salida del canal de las Bahamas, el Gulf Stream, con catorce leguas de anchura y trescientos cincuenta metros de profundidad, marcha a ocho kilómetros por hora. Esta rapidez decrece a medida que avanza hacia el Norte. Es de desear que persista esta regularidad, pues si, como se ha creído notar, se modificaran su velocidad y su dirección, los climas europeos se verían sometidos a perturbaciones de incalculables consecuencias.

   Gegen Mittag befand ich mich mit Conseil auf der Plateform und theilte ihm die Eigenthümlichkeiten des Golfstromes mit. Darauf lud ich ihn ein, seine Hände in die Strömung zu tauchen.

   Hacia mediodía me hallaba en la plataforma con Conseil, a quien explicaba las particularidades del Gulf Stream. Terminada mi explicación, le invité a meter las manos en la corriente.

   Conseil folgte und war sehr erstaunt, daß er gar kein Gefühl von Wärme oder Kälte empfand.

   Al hacerlo así, Conseil se quedó muy sorprendido de no experimentar ninguna sensación de frío o calor.

   »Dies kommt daher, sagte ich ihm, daß der Wärmegrad der Wasser des Golfstromes beim Herausfließen aus dem mexikanischen Golf wenig von der Blutwärme verschieden ist. Der Golfstrom ist ein großer Wärmeleiter, welcher den Küsten Europa's es möglich macht, sich mit ewigem Grün zu schmücken. Und will man Maury Glauben schenken, so würde die Wärme dieses Stromes, vollständig benutzt, hinlänglich Wärmestoff liefern, um einen Strom von geschmolzenem Eisen, so groß wie der Amazonenstrom oder Missouri, in Fluß zu erhalten.«

   -Ello se debe -le dije -a que la temperatura del Gulf Stream al salir del golfo de México es poco diferente de la de la sangre. El Gulf Stream es una gran estufa que hace posible a las costas de Europa adornarse de un verdor perenne. De creer a Maury, si se pudiera utilizar totalmente el calor de esta corriente se obtendría el suficiente para mantener en fusión a un río de hierro tan grande como el Amazonas o el Missouri.

   In diesem Augenblicke betrug die Schnelligkeit des Golfstromes zwei Meter fünfundzwanzig in der Secunde. Sein Wasser ist dergestalt von dem umgeben den Meere geschieden, daß es zusammengedrückt über den Ocean vorragt und ein anderes Niveau als das kalte Wasser annimmt. Außerdem sticht es, dunkel und reicher an Salzgehalt, durch seine rein indigoblaue Farbe von der grünen der umgebenden Wasser ab. Bei Nacht ist es stark phosphorescirend.

   En aquellos momentos, la velocidad del Gulf Stream era de dos metros veinticinco por segundo. Su corriente es tan distinta del mar que la rodea que sus aguas comprimidas forman una especie de relieve y se opera un desnivelamiento entre ellas y las aguas frías. Oscuras y muy ricas en materias salinas, destacan por su azul puro de las aguas verdosas que las rodean. Tan neta es la línea de demarcación que el Nautilus, a la altura de las Carolinas, cortó con su espolón las aguas del Gulf Stream mientras su hélice batía aún las del océano.

   Dieser Strom zieht eine ganze Welt lebender Wesen mit sich fort. Die Argonauten wandern da scharenweise; Rochen finden sich von fünfundzwanzig Fuß Länge und eine kleine Art Haifische, einen Meter lang, mit mehreren Reihen spitzer Zähne.

   La corriente arrastraba con ella a todo un mundo de seres vivos. Los argonautas, tan comunes en el Mediterráneo, viajaban por ella en gran número. Entre los cartilaginosos, los más notables eran las rayas, cuya cola, muy suelta, constituía casi la tercera parte de un cuerpo que tomaba la forma de un gran rombo de veinticinco pies de largo. Había también pequeños escualos, de un metro, con la cabeza grande, el hocico corto y redondeado, puntiagudos dientes dispuestos en varias hileras, y cuyos cuerpos parecían cubiertos de escamas.

   In der unzähligen Menge von Knochenfischen sind manche eigenthümliche, darunter eine Art Lippfische, die in allen Regenbogenfarben schimmernd mit den schönsten Vögeln der Tropengegenden wetteifern, und der sogenannte amerikanische Ritter, ein schöner Fisch, der sich ausnimmt, als sei er mit allen Ordensbändern der Welt geschmückt.

   Entre los peces óseos, anoté unos labros grises propios de esos mares; esparos sinágridos cuyo iris resplandecía como el fuego; escienas de un metro de largo, con una ancha boca erizada de pequeños dientes, que emitían un ligero grito; centronotos negros, de los que ya he hablado; corífenas azules con destellos de oro y plata; escaros, verdaderos arco iris del océano que rivalizan en colores con los más bellos pájaros de los trópicos; rombos azulados desprovistos de escarnas; bátracos recubiertos de una faja amarilla y transversal semejante a una t griega; enjambres de pequeños gobios moteados de manchitas pardas; dipterodones de cabeza plateada y de cola amarilla; diversos ejemplares de salmones; mugilómoros de cuerpo esbelto y de un brillo suave, como los que Lacepéde ha consagrado a la amable compañera de su vida, y, por último, un hermoso pez, el «caballero americano», que, condecorado con todas las órdenes y recamado de todos los galones, frecuenta las orillas de esa gran nación que en tan poca estima tiene a los galones y a las condecoraciones.

   Por la noche, las aguas fosforescentes del Gulf Stream rivalizaban con el resplandor eléctrico de nuestro fanal, sobre todo cuando amenazaba tormenta como ocurría frecuentemente en aquellos días.

   Am 8. Mai befanden wir uns noch dem Cap Hatteras gegenüber, auf der Höhe der Nord-Carolinen, wo der Golfstrom fünfundsiebenzig Meilen breit und zweihundertzehn Meter tief ist. Der Nautilus fuhr fortwährend unstät auf's Geradewohl, es schien jede Ueberwachung zu fehlen. Unter diesen Umständen konnte ein Entweichen gelingen, und die bewohnten Uferlande boten überall leichte Zuflucht. Das Meer war unablässig von zahllosen Dampfern und kleinen Goeletten, welche den Küstenverkehr besorgen, befahren, wo man Aufnahme zu finden hoffen konnte. Obwohl die Küste noch dreißig Meilen entfernt, war diese Gelegenheit doch günstig.

   El 8 de mayo nos hallábamos aún frente al cabo Hatteras, a la altura de la Carolina del Norte. La anchura allí del Gulf Stream es de setenta y cinco millas y su profundidad es de doscientos diez metros. El Nautilus continuaba errando a la aventura. Toda vigilancia parecía haber cesado a bordo. En tales condiciones, debo convenir que podía intentarse la evasión, con posibilidades de éxito. En efecto, las costas habitadas ofrecían en todas partes fáciles accesos. Además podíamos esperar ser recogidos por algunos de los numerosos vapores que surcaban incesantemente aquellos parajes asegurando el servicio entre Nueva York o Boston y el golfo de México, o por cualquiera de las pequeñas goletas que realizaban el transporte de cabotaje por los diversos puntos de la costa norteamericana. Era, pues, una ocasión favorable, a pesar de las treinta millas que separaban al Nautilus de las costas de la Unión.

   Aber die sehr ungünstige Witterung machte doch die Ausführung der Pläne des Canadiers durchaus unmöglich. Gewitter sind in diesen Strichen sehr häufig, und es ist da eine eigentliche Heimat der Wasserhosen, welche eben durch den Golfstrom erzeugt werden. Diesem Meere mit einem zerbrechlichen Kahne Trotz zu bieten, war sicheres Verderben. Ned-Land sah dies selbst ein, und gab sich darein, ungeachtet eines bis zur Wuth gediehenen Heimwehs, welches nur durch die Flucht zu heilen war.

   Pero una circunstancia adversa contrariaba absolutamente los proyectos del canadiense. El tiempo era muy malo. Nos aproximábamos a parajes en los que las tormentas son frecuentes, a esa patria de las trombas y de los ciclones, engendrados precisamente por la corriente del Golfo. Desafiar a bordo de un frágil bote a un mar tan frecuentemente embravecido era correr a una pérdida segura, y el mismo Ned Land convenía en ello Por eso, tascaba el freno, embargado de una furiosa nostalgia que sólo la huida hubiese podido curar.

   »Mein Herr, sagte er zu mir in diesen Tagen, es muß jetzt ein Ende haben, mein Gemüth muß davon frei werden. Ihr Nemo entfernt sich wieder vom Lande, und steuert dem Norden zu. Aber ich habe am Südpol satt bekommen, und werde zum Nordpol nicht folgen.

   -Señor -me dijo aquel día-, esto debe terminar. Voy a hablarle francamente. Su Nemo se aparta de tierra y sube hacia el Norte. Le digo a usted que ya tengo bastante con el Polo Sur y que no le seguiré al Polo Norte.

   – Was ist zu machen, Ned, da ein Entweichen in diesem Moment unausführbar ist?

   -Pero, Ned, ¿qué podemos hacer, puesto que la huida es impracticable en estos momentos?

   – Ich komme wieder auf meinen Gedanken, daß man mit dem Kapitän reden muß. Als wir in den Meeren Ihrer Heimat uns befanden, haben Sie geschwiegen; jetzt, da wir meiner Heimat nahe sind, will ich reden. In einigen Tagen wird der Nautilus auf der Höhe Neuschottlands sein, wo sich bei Neufoundland eine weite Bai öffnet, worin der St. Lorenz mündet, mein heimatlicher Fluß, woran meine Geburtsstadt liegt. Wenn ich daran denke, steigt mir die Wuth in's Gesicht und meine Haare stehen zu Berge. Wissen Sie, mein Herr, ich stürze mich lieber in's Meer! Ich bleibe nicht hier!«

   -Vuelvo a mi idea. Hay que hablar con el capitán. Usted no le dijo nada cuando estuvimos en los mares de su país. Yo quiero hablar, ahora que estamos en los mares del mío. ¡Cuando pienso que, dentro de unos días, el Nautilus va a encontrarse a la altura de la Nueva Escocia, y que allí, hacia Terranova, se abre una ancha bahía, que en esa bahía desemboca el San Lorenzo, mi río, el río de Quebec, mi ciudad natal! ¡Cuando pienso en eso me enfurezco y se me ponen los pelos de punta! Mire, señor, creo que voy a terminar tirándome al mar. No me quedaré aquí. No aguanto más. Me asfixio aquí.

   Der Canadier hatte offenbar die Geduld gänzlich verloren. Seine lebenskräftige Natur konnte sich nicht in die stets fortgesetzte Gefangenschaft fügen. Seine Gesichtszüge änderten sich, sein Charakter wurde täglich finsterer. Ich fühlte, wie er leiden mußte, denn auch mich befiel das Heimweh. Fast sieben Monate waren verflossen, ohne daß wir irgend etwas vom Lande gehört hatten. Ferner, die Absonderung des Kapitän Nemo, sein veränderter Humor, besonders seit dem Kampfe mit den Ungeheuern, seine Schweigsamkeit, – alles ließ mich die Dinge in ganz anderem Licht ansehen. Mein Enthusiasmus der ersten Tage war vorüber. Nur ein Flamländer wie Conseil konnte sich in diese Lage fügen.

   El canadiense había llegado evidentemente al límite de la paciencia. Su vigorosa naturaleza no podía acomodarse a tan prolongado aprisionamiento. Su fisonomía se alteraba de día en día. Su carácter se tornaba cada vez más sombrío. Yo comprendía sus sufrimientos, pues también a mí me embargaba la nostalgia. Casi siete meses habían pasado sin que tuviésemos noticia de la tierra. Además, el aislamiento del capitán Nemo, su cambio de humor, sobre todo desde el combate con los pulpos, su taciturnidad, me hacían ver las cosas de un modo diferente y ya no sentía el entusiasmo de los primeros tiempos. Había que ser un flamenco como Conseil para aceptar esa situación en ese medio reservado a los cetáceos y a otros habitantes del mar. Verdaderamente, si el buen Conseil hubiera tenido branquias en vez de pulmones habría sido un pez distinguido.

   »Nun, mein Herr? fuhr Ned-Land fort, als ich nicht antwortete.

   -Y bien, señor, ¿qué dice usted? -añadió Ned Land, al ver que yo no respondía.

   – Nun, Ned, Sie wollen, daß ich den Kapitän Nemo um seine Absichten in Hinsicht auf uns befrage?

   -Bueno, Ned, ¿lo que usted quiere es que pregunte al capitán Nemo cuáles son sus intenciones para con nosotros? ¿Es eso?

   – Ja, mein Herr.

   -Sí, señor.

   – Und das, obwohl er sie bereits zu erkennen gegeben hat?

   -Y eso ¿aunque ya nos las haya dado a conocer?

   – Ja. Ich will nun ein für allemal darüber im Reinen sein. Sprechen Sie nur für mich allein, wenn Sie wollen.

   -Sí. Por última vez, quiero saber a qué atenerme. Si usted quiere, hable por mí solo, en mi nombre únicamente.

   – Aber ich treffe ihn selten. Er meidet mich sogar.

   -El caso es que le encuentro muy raramente. Parece evitarme.

   – Um so mehr Grund, ihn aufzusuchen.

   -Razón de más para ir a verle.

   – Ich will ihm die Frage stellen, Ned.

   -Sea, le interrogaré, Ned.

   – Wann? fragte der Canadier dringend.

   -¿Cuándo?

   – Wenn ich ihn treffen werde.

   -Cuando le encuentre.

   – Herr Arronax, wollen Sie, daß ich ihn selbst aufsuche?

   -Señor Aronnax, ¿quiere usted que vaya yo mismo a buscarle?

   – Nein. Lassen Sie mich gewähren. Morgen ...

   -No, déjeme hacer a mí. Mañana…

   – Heute noch, sagte Ned-Land.

   -Hoy mismo.

   – Meinetwegen. Heute will ich ihn aufsuchen«, erwiderte ich dem Canadier, denn, wenn er selbst handelte, würde er gewiß alles verdorben haben.

   -Sea, le veré hoy -respondí al canadiense, para evitar que actuara por sí mismo y lo comprometiera todo.

   Ned ließ mich allein. Da ich zu fragen beschlossen hatte, so wollte ich unverzüglich damit in's Reine kommen. Besser gethan, als noch zu thun.

   Me quedé solo. Decidida así la gestión, resolví llevarla a cabo inmediatamente. Yo prefiero lo hecho a lo por hacer.

   Ich begab mich auf mein Zimmer. Hier hörte ich den Kapitän auf und ab gehen. Diese Gelegenheit, ihn zu treffen, durfte ich nicht vorüber lassen. Ich klopfte an seine Thüre; keine Antwort. Ich klopfte abermals, drehte die Schlenke und die Thüre öffnete sich.

   Volví a mi camarote. Desde allí, oí ruido de pasos en el del capitán Nemo. No debía dejar pasar la ocasión de encontrarle. Llamé a su puerta, sin obtener contestación. Llamé nuevamente y luego giré el picaporte. Abrí la puerta y entré.

   Ich trat ein. Der Kapitän war über seinen Arbeitstisch gebeugt, er hatte mich nicht gehört. Entschlossen, nicht ohne ihn zu fragen wieder fort zu gehen, trat ich zu ihm heran. Er hob den Kopf rasch, runzelte die Stirn, und fuhr mich ziemlich barsch an.

   Allí estaba el capitán. Inclinado sobre su mesa de trabajo, parecía no haberme oído. Resuelto a no salir sin haberle interrogado, me acerqué a él. Entonces levantó bruscamente la cabeza, frunció las cejas y me dijo en un tono bastante rudo:

   »Sie hier! Was wollen Sie von mir?

   -¿Qué hace usted aquí? ¿Qué quiere de mí?

   – Mit Ihnen reden, Kapitän.

   -Quiero hablar con usted, capitán.

   – Aber ich bin beschäftigt, mein Herr, habe zu arbeiten. Gönnen Sie mir doch auch diese Freiheit, allein zu sein, welche ich Ihnen lasse.«

   -Estoy ocupado, señor, estoy trabajando. La libertad que le dejo a usted de aislarse, ¿no existe para mí?

   Ein wenig ermuthigender Empfang. Aber ich war entschlossen alles anzuhören, um auf alles zu antworten.

   La recepción no era muy estimulante, que digamos. Pero yo estaba decidido a oír cualquier cosa con tal de hablar con él.

   »Mein Herr, sagte ich kalt, ich habe mit Ihnen etwas zu reden, was sich nicht aufschieben läßt.

   -Señor -le dije fríamente-, tengo que hablarle de un asunto que no me es posible aplazar.

   – Und was, mein Herr? erwiderte er ironisch. Haben Sie eine Entdeckung gemacht, die mir entgangen ist? Sind Sie auf neue Geheimnisse des Meeres gekommen?«

   -¿Cuál, señor? -respondió irónicamente-. ¿Ha hecho usted algún descubrimiento que me haya escapado? ¿Le ha entregado el mar nuevos secretos?

   Unsere Rechnung stimmte bei weitem nicht überein. Aber ehe ich noch antworten konnte, zeigte er mir ein auf dem Tische liegendes Manuscript und sprach in ernstem Tone:

   Muy lejos estábamos del caso. Pero antes de que hubiese podido yo responderle, me dijo en un tono más grave, mientras me mostraba un manuscrito abierto sobre su mesa:

   »Hier, Herr Arronax, ein Manuscript in mehreren Sprachen. Es enthält eine Uebersicht meiner Studien über das Meer, und wenn Gott will, soll es nicht mit mir zu Grunde gehen. Dieses Manuscript, von mir unterzeichnet, sammt einem Abriß meiner Biographie, soll in ein kleines, unversenkbares Geräthe verschlossen werden. Wer von uns an Bord des Nautilus die anderen überlebt, soll dasselbe in's Meer werfen, daß es die Wellen tragen, wohin sie treiben.«

   -He aquí, señor Aronnax, un manuscrito escrito en varias lenguas. Contiene el resumen de mis estudios sobre el mar y, si Dios quiere, no perecerá conmigo. Este manuscrito, firmado con mi nombre, completado con la historia de mi vida, será encerrado en un pequeño aparato insumergible. El último superviviente de todos nosotros a bordo del Nautilus lanzará ese aparato al mar. Irá a donde quieran llevarle las olas.

   Der Name dieses Mannes, seine selbstverfaßte Lebensgeschichte, sein Geheimniß sollten also dereinst enthüllt werden? Doch im Augenblick sah ich in dieser Mittheilung nur einen Anlaß, auf meinen Gegenstand zu kommen.

   ¡El nombre de ese hombre! ¡Su historia, escrita por sí mismo! ¿Quedaría, pues, desvelado su misterio un día? Pero en aquel momento yo no vi en esa comunicación más que una entrada en materia.

   »Kapitän, erwiderte ich, ich kann die Idee, welche Sie dazu bestimmt, nur billigen. Die Frucht Ihrer Studien darf nicht verloren gehen. Aber das Mittel, welches Sie anwenden, scheint mir etwas naiv. Wer weiß, wohin die Winde dieses Geräthe treiben werden? In welche Hände es gerathen wird? Ließe sich dafür nichts besseres finden? Könnten nicht Sie, oder einer der Ihrigen ...?

   -Capitán, no puedo sino aprobar esa idea. El fruto de sus estudios no debe perderse. Pero el medio que piensa emplear me parece primitivo y arriesgado. ¿Quién sabe adónde los vientos llevarán ese aparato y en qué manos caerá? ¿No podría usted idear algo mejor? ¿No podría usted o uno de los suyos-… ?

   – Nein, mein Herr, sagte lebhaft der Kapitän, mich unterbrechend.

   -Jamás, señor -dijo vivamente el capitán, interrumpiéndome.

   – Aber ich und meine Genossen sind bereit, dies Manuscript aufzubewahren, und wenn Sie uns die Freiheit geben ...

   -Yo y mis compañeros estaríamos dispuestos a guardar ese manuscrito en reserva, y si usted nos devuelve la libertad…

   – Die Freiheit! sagte der Kapitän Nemo und stand auf.

   -¡La libertad! -dijo el capitán Nemo, a la vez que se levantaba.

   – Ja, mein Herr, und deshalb kam ich, Sie zu befragen. Nun sind wir bereits sieben Monate an Ihren Bord, und ich frage Sie heute, in meiner Genossen und eigenem Namen, ob Ihre Absicht ist, uns ewig hier fest zu halten.

   -Sí, señor, y lo que quería decirle es a propósito de esto. Llevamos ya siete meses a bordo de su navío, y le pregunto hoy, tanto en nombre de mis compañeros como en el mío propio, si tiene usted la intención de retenernos aquí para siempre.

   – Herr Arronax, sagte der Kapitän Nemo, ich antworte Ihnen heute, wie vor sieben Monaten: Wer in den Nautilus hinein kommt, darf ihn nicht wieder verlassen.

   -Señor Aronnax, le respondo hoy lo que le respondí hace siete meses. Quien entra en el Nautilus es para no abandonarlo nunca.

   – Die Sclaverei wollen Sie uns also auferlegen!

   -Lo que usted nos impone es pura y simplemente la esclavitud.

   – Nennen Sie's, wie Sie belieben.

   -Déle usted el nombre que quiera.

   – Aber überall bleibt dem Sclaven das Recht, sich seine Freiheit wieder zu verschaffen! Er darf alle Mittel, die sich ihm darbieten, für die richtigen halten.

   -En todas partes, el esclavo conserva el derecho de recobrar su libertad y de usar de los medios que se le ofrezcan a tal fin, cualesquiera que sean.

   – Wer versagt Ihnen dieses Recht? erwiderte der Kapitän, habe ich je daran gedacht, Sie durch einen Eid zu binden?«

   -¿Quién le ha denegado ese derecho? Yo no le he encadenado a un juramento -me dijo el capitán, mirándome y cruzado de brazos.

   Der Kapitän blickte mich an und kreuzte die Arme.

   »Mein Herr, es würde weder Ihnen, noch mir behagen, nochmals über den Gegenstand zu reden. Da wir aber nun einmal davon zu reden angefangen haben, so lassen Sie uns denselben fertig besprechen. Ich wiederhole Ihnen, es handelt sich nicht blos um meine Person. Für mich ist das Studium eine Stütze, eine Ableitung, eine Neigung, eine Leidenschaft, die mich alles vergessen lassen kann. Wie Sie, bin ich im Stande, ungekannt im Dunkeln zu leben, mit der unsicheren Hoffnung, das Ergebniß meiner Arbeiten dereinst, vermittelst eines zweifelhaften den Wellen und Winden preisgegebenen Geräthes, der Zukunft zu vermachen. Ich kann Sie bewundern, Ihnen ohne Unlust folgen. Aber ich sehe Ihr Leben von Verwickelungen umgeben, die uns fremd sind; und so viel wir auch Theilnahme hegen für Ihr Genie und Ihren Muth: wir fühlen uns hier fremd in Beziehung auf alles, was Sie betrifft; und dies macht unsere Lage unerträglich, unmöglich, selbst für mich, geschweige für Ned-Land. Haben Sie sich gefragt, was Freiheitsliebe, Haß gegen Sclaverei, für Rache-Entwürfe in einer Natur, wie die des Canadiers hervorrufen, was er denken, planen, versuchen kann?« ...

   -Señor -le dije-, hablar por segunda vez de este asunto no puede ser de su agrado ni del mío, pero puesto que lo hemos abordado vayamos hasta el fin. Se lo repito, no se trata tan sólo de mi persona. Para mí, el estudio es una ayuda, una poderosa diversión, un gran aliciente, una pasión que puede hacerme olvidar todo. Como usted, soy un hombre capaz de vivir ignorado, oscuramente, en la frágil esperanza de legar un día al futuro el resultado de mis trabajos, por medio de un aparato hipotético confiado al azar de las olas y los vientos. En una palabra, yo puedo admirarle, seguirle a gusto en un destino que comprendo en algunos puntos… , aunque hay otros aspectos de su vida que me la hacen entrever rodeada de complicaciones y de misterios de los que, mis compañeros y yo, somos los únicos de aquí que estamos excluidos. Incluso cuando nuestros corazones han podido latir por usted, emocionados por sus dolores o conmovidos por sus actos de genio o de valor, hemos debido sofocar en nosotros hasta el más mínimo testimonio de esa simpatía que hace nacer la vista de lo que es bueno y noble, ya provenga del amigo o del enemigo. Pues bien, es este sentimiento de ser ext-años a todo lo que le concierne a usted lo que hace de nuestra situación algo inaceptable, imposible, incluso para mí, pero sobre todo para Ned Land. Todo hombre, por el solo y mero hecho de serlo, merece consideración. ¿Ha considerado usted los proyectos de venganza que el amor por la libertad y el odio a la esclavitud pueden engendrar en un carácter como el del canadiense? ¿Se ha preguntado usted lo que él puede pensar, intentar, llevar a cabo-… ?

   Hier brach ich ab. Der Kapitän Nemo stand auf.

   »Ned-Land, sprach er, mag denken, planen, versuchen, was er will, was liegt mir daran? Ich habe ihn nicht aufgesucht! Ich halte ihn nicht zu meinem Vergnügen an meinen Bord! Sie, Herr Arronax, können alles begreifen, selbst das Schweigen. Ich habe Ihnen nichts weiter zu erwidern. Lassen Sie dieses erste Wort, welches Sie über diesen Gegenstand führten, auch das letzte sein, denn ein andermal würde ich Sie nicht einmal anhören.«

   -Que Ned Land piense o intente lo que quiera, ¿qué me importa a mí? No soy yo quien ha ido a buscarle. No le retengo a bordo por gusto. En cuanto a usted, señor Aronnax… , usted es de los que pueden comprender todo, incluso el silencio. No tengo más que decirle. Salvo que esta primera vez que ha abordado el tema sea también la última, pues si vuelve a repetirse no podré escucharle.

   Ich zog mich zurück. Von diesem Tage an war unsere Lage sehr gespannt. Ich hinterbrachte meinen Gefährten den Inhalt unserer Unterredung.

   Me retiré. Y a partir de aquel día nuestra situación se hizo muy tensa. Al informar a mis compañeros de la conversación, Ned Land dijo:

   »Wir wissen jetzt, sagte Ned-Land, daß wir von diesem Manne nichts zu erwarten haben. Der Nautilus kommt jetzt in die Nähe von Long-Island. Wir wollen entfliehen trotz allem Unwetter.«

   -Ahora sabemos que no hay nada que esperar de este hombre. El Nautilus se acerca a Long Island. Huiremos, haga el tiempo que haga.

   Aber das Wetter wurde immer drohender; die Vorzeichen eines bevorstehenden Orkans gaben sich kund. Die Atmosphäre wurde weißlich, milchfarben. Statt seiner Wolkengarben sah man am Horizont Schichten sich aufthürmenden Gewölkes; niedriger zog anderes in reißender Flucht. Das Meer schwoll an in hohlen Wogen; die Vögel verschwanden, mit Ausnahme der Sturmvögel. Das Barometer sank bedeutend, und zeigte in der Luft eine äußerste Spannung der Dünste. Die Mischung im Wetterglas zerfetzte sich unter Einwirkung der Elektricität, wovon die Atmosphäre durchdrungen war. Der Kampf der Elemente stand nahe bevor.

   Pero el cielo se tornaba cada vez más amenazador. Se manifestaban los síntomas de un huracán. La atmósfera estaba blanca, lechosa. A los cirros en haces sueltos sucedían en el horizonte capas de nimbo cúmulus. Otras nubes bajas huían rápidamente. La mar, ya muy gruesa, se hinchaba en largas olas. Desaparecían las aves, con excepción de esos petreles que anuncian las tempestades. El barómetro bajaba muy acusadamente e indicaba en el aire una extremada tensión de los vapores. La mezcla del stormglass se descomponía bajo la influencia de la electricidad que saturaba la atmósfera. La lucha de los elementos se anunciaba ya próxima.

   Das Gewitter kam im Laufe des 18. Mai zum Ausbruch, gerade als der Nautilus auf der Höhe von Long-Island fuhr, einige Meilen von den Engen New-Yorks. Der Kapitän Nemo, anstatt in der Tiefe des Meeres dem Sturme auszuweichen, zog es mit unbegreiflicher Laune vor, demselben auf der Oberfläche Trotz zu bieten.

   La tempestad estalló en la jornada del 18 de mayo, precisamente cuando el Nautilus navegaba a la altura de Long Island, a algunas millas de los pasos de Nueva York. Puedo describir esta lucha de los elementos porque, por un capricho inexplicable, el capitán Nemo, en vez de evitarla en las profundidades, decidió afrontarla en la superficie.

   Der Wind wehte aus Südwest, anfangs sehr frisch, d.h. mit einer Geschwindigkeit von fünfzehn Meter in der Secunde, und stieg gegen drei Uhr Nachmittags bis auf fünfundzwanzig, der Ziffer des Sturmes.

   El viento soplaba del Sudoeste a una velocidad de quince metros por segundo, que hacia las tres de la tarde pasó a la de veinticinco metros. Ésta es la cifra de las tempestades.

   Der Kapitän Nemo, gegen die Windstöße unerschütterlich, nahm seinen Platz auf der Plateform. Um dem Andringen ungeheurer Wogen widerstehen zu können, hatte er sich mit halbem Körper angebunden; ich folgte seinem Beispiel, um diesen Sturm zu bewundern, und zugleich den unvergleichlichen Mann, welcher ihm Trotz bot.

   Firme frente a las ráfagas, el capitán Nemo se hallaba en la plataforma. Se había amarrado a la cintura para poder resistir el embate de las monstruosas olas que azotaban al Nautilus. Yo hice lo mismo. La tempestad y aquel hombre incomparable que la retaba se disputaban mi admiración.

   Das entfesselte Meer wurde von großen Fetzen Gewölk, das in seine Fluthen tauchte, wie mit Besen gefegt. Von den kleinen mittleren Wellen, welche sich innerhalb der großen Höhlungen bilden, sah ich nichts mehr: nichts als lange rußfarbige Wogen, die so dicht sind, daß sich ihre Spitze nicht bricht. Sie nahmen an Höhe zu, thürmten sich gegen einander auf. Der Nautilus, bald auf der Seite liegend, bald wie ein Mast sich aufbäumend, schwankte und stampfte fürchterlich.

   Grandes jirones de nubes que parecían surgir del agua barrían la superficie convulsa del mar. Ya no eran visibles las pequeñas olas que se forman a intervalos en el fondo de las depresiones creadas por las grandes olas. únicamente se veían largas ondulaciones fuliginosas, tan compactas que sus crestas no reventaban. Aumentaba más y más su altura, como si se excitaran entre sí. El Nautilus, ya caído de costado, ya erguido como un mástil, cabeceaba y se balanceaba espantosamente.

   Gegen fünf Uhr fiel ein Regen gleich einem reißenden Bergstrom; aber er stillte weder den Wind, noch das Meer. Der Orkan brach los mit einer Schnelligkeit von fünfundvierzig Meter die Secunde, d.h. bei vierzig Lieues in der Stunde. Bei solcher Stärke reißt er Häuser zu Boden, schleudert die Dachziegel durch die Thüren, zerbricht eiserne Gitter, rückt Vierundzwanzigpfünder-Kanonen von ihrer Stelle. Der Nautilus trotzte diesem Sturme, und rechtfertigte das Wort eines geschickten Ingenieurs: »Ein Schiff ist nicht richtig gebaut, wenn es nicht dem Meer Trotz bieten kann!« Es war nicht ein Fels, den solche Wogen zertrümmert hätten; es war eine Spindel von Stahl, folgsam und beweglich, ohne Takelwerk und Maste, gefahrlos ihrer Wuth trotzend.

   Hacia las cinco de la tarde se desplomó una lluvia torrencial que no abatió ni al viento ni a la mar. El huracán se desencadenó a una velocidad de cuarenta y cinco metros por segundo, o sea, a unas cuarenta leguas por hora. Había alcanzado esa fuerza que le lleva a derribar las casas, a clavar las tejas de los tejados en las puertas, a romper las verjas de hierro y a desplazar cañones del veinticuatro. Y, sin embargo, el Nautilus estaba allí, justificando en medio de la tormenta la afirmación de un sabio ingeniero de que «no hay casco bien construido que no pueda desafiar a la mar». No era una roca resistente, a la que aquellas olas hubieran demolido, sino un huso de acero, obediente y móvil, sin aparejos ni mástiles, lo que desafiaba impunemente al furor del huracán.

   Inzwischen beobachtete ich achtsam diese entfesselten Wogen. Sie waren bis fünfzehn Meter hoch bei einer Länge von hundertundfünfzig bis hundertfünfundsiebenzig Meter, und die Geschwindigkeit, womit sie sich fortschoben, der des Windes zur Hälfte entsprechend, betrug fünfzehn Meter in der Secunde. Ihr Umfang und ihre Stärke wuchsen mit der Tiefe der Gewässer.

   Examinaba yo entretanto las desencadenadas olas. Medían hasta quince metros de altura sobre una longitud de ciento cincuenta a ciento setenta y cinco metros, y su velocidad de propagación era de quince metros por segundo. Su volumen y su potencia aumentaban con la profundidad del agua. Comprendí entonces la función de esas olas que aprisionan el aire en sus flancos y lo envían a los fondos marinos, a los que con ese oxígeno llevan la vida. Su extrema fuerza de presión -ha sido calculada -puede elevarse hasta tres mil kilos por pie cuadrado de la superficie que baten. Fueron olas como éstas las que en las Hébridas desplazaron un bloque de piedra que pesaba ochenta y cuatro mil libras. Las que, en la tempestad del 23 de diciembre de 1864, tras haber destruido una parte de la ciudad de Yeddo, en el Japón, se desplazaron a setecientos kilómetros por hora para romperse el mismo día en las costas de América.

   Die Stärke des Sturmes nahm beim Herannahen der Nacht zu. Das Barometer sank bis auf siebenhundertundzehn Millimeter. Mit dem Sinken des Tages gewahrte ich am Horizont ein großes Schiff, das fürchterlich ankämpfte. Es war wohl ein Dampfer der Linie New-York, Liverpool oder Havre.

   La intensidad de la tempestad se acrecentó durante la noche. El barómetro cayó a 71º milímetros, como en 1860, en la isla de la Reunión, durante un ciclón.

A la caída del día había visto pasar un barco que luchaba penosamente. Capeaba a bajo vapor para resistir a las olas. Debía ser uno de los vapores de las líneas de Nueva York a Liverpool o al Havre. Desapareció pronto en la oscuridad.

   Um zehn Uhr Abends war der Himmel wie in Feuer und Flammen, die Atmosphäre von Blitzen durchzuckt. Ich konnte den blendenden Glanz derselben nicht aushalten, während der Kapitän Nemo mit unverwandtem Blick die Seele des Sturmes in sich einzuathmen schien. Ein entsetzliches Getöse füllte die Luft, ein zusammengesetztes aus dem Tosen der gebrochenen Wellen, dem Heulen des Sturmwinds, dem Rollen des Donners. Der Wind sprang von allen Seiten des Horizonts über.

   Hacia las diez de la noche, el cielo era de fuego. Violentos relámpagos surcaban la atmósfera. Yo no podía resistir sus deslumbrantes fogonazos. El capitán Nemo, en cambio, los miraba de frente; parecía aspirar con todo su ser el alma de la tempestad. Un fragor terrible retumbaba en el aire, un ruido complejo que integraba el estrépito de las olas aplastadas, los mugidos del viento y los estampidos del trueno. El viento saltaba de un punto a otro del horizonte, y el ciclón, procedente del Este, volvía a él tras pasar por el Norte, el Oeste y el Sur, en sentido inverso de las tempestades giratorias del hemisferio austral.

   Ja! dieser Golfstrom rechtfertigt wohl die Benennung König der Stürme! Er verursacht die fürchterlichen Wirbelwinde durch die Verschiedenheit der Temperatur der Luftschichten, welche über seiner Strömung sich befinden.

   ¡Ah! Bien justificaba el Gulf Stream su nombre de rey de las tormentas. Es la corriente del Golfo la que crea estos formidables ciclones por la diferencia de temperatura de las capas de aire superpuestas a sus aguas.

   Auf den Platzregen folgte ein Feuerregen. Die Wassertropfen verwandelten sich in leuchtende Strahlenbüschel. Man hätte meinen sollen, der Kapitän Nemo, nach einem Tode trachtend, der seiner würdig wäre, wolle vom Blitz getroffen werden. Bei einer erschrecklichen Stampfbewegung streckte der Nautilus seinen stählernen Schnabel in die Höhe gleich dem Schaft eines Blitzableiters, und ich sah lange Funken aus ihm sprühen.

   A la lluvia sucedió un chaparrón de fuego. Las gotas de agua se transformaron en chispas fulminantes. Se hubiese dicho que el capitán Nemo, en busca de una muerte digna de él, quisiera hacerse matar por el rayo.

   Erschöpft an Kräften rutschte ich auf plattem Leibe der Lucke zu, öffnete und stieg hinab in den Salon. Das Gewitter war eben auf dem Höhepunkt seiner Stärke. Im Inneren des Nautilus war es unmöglich, sich auf den Beinen zu halten.

   En cierto momento, el Nautilus, presa de un formidable movimiento de cabeceo, levantó al aire su espolón de acero, como la vara de un pararrayos, y vi cómo del espolón surgían numerosas chispas. Roto, extenuado, repté hacia la escotilla, la abrí y descendí al salón. El temporal alcanzaba entonces su máxima intensidad. Era imposible mantenerse en pie en el interior del Nautilus.

   Der Kapitän Nemo erschien gegen Mitternacht wieder. Ich hörte, wie die Behälter sich allmälig füllten, und der Nautilus tauchte gemach unter die Oberfläche der Wellen.

   El capitán Nemo descendió hacia la medianoche. Oí luego el ruido de los depósitos que se llenaban poco a poco, y el Nautilus se sumergió lentamente.

   Durch die unverdeckten Fenster des Salons sah ich große Fische voll Bestürzung, die gleich Phantomen in den feurigen Gewässern schwammen. Einige wurden vor meinen Augen vom Blitz getroffen!

   Por los cristales descubiertos del salón vi algunos grandes peces pasar como fantasmas por el agua en fuego. ¡El rayo golpeó a algunos bajo mis ojos!

   Der Nautilus senkte sich fortwährend. Ich dachte, er werde in einer Tiefe von fünfzehn Meter wieder ruhiges Wasser finden. Nein. Die oberen Schichten waren zu gewaltig aufgeregt. Man mußte die Ruhe bis in der Tiefe von fünfzig Meter aufsuchen.

   El Nautilus continuó descendiendo. Yo pensaba que hallaría la calma a una profundidad de quince metros. No. Las capas superiores estaban demasiado violentamente agitadas. Hubo que descender hasta cincuenta metros en las entrañas del mar para hallar el reposo.

   Da aber, welche Ruhe, welche Stille, welche friedliche Umgebung! Wer hätte denken können, daß da mals auf der Oberfläche dieses Oceans ein furchtbarer Orkan sich entfesselte!

   Allí, ¡qué tranquilidad!, ¡qué silencio!, ¡qué paz! ¿Quién hubiese dicho que un terrible huracán se desencadenaba entonces en la superficie del océano?

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